Hay historias de amistades que son capaces de tocarnos el corazón. La siguiente ocurrió en África, en específico en Zimbabue cuando Roxy Danckwerts, fundadora de un santuario de animales llamado Wild is Life, rescató a un pequeño elefante que estaba extraviado.
Al parecer, la cría de unos cuantos días de nacida perdió a su manada cuando cruzaba el lago Kariba, sitio donde estuvo a punto de perecer por ahogamiento. Además estaba rodeada de hienas.
Un grupo de guardabosques la encontró y la llevó hasta Wild is Life para que Roxy Danckwerts la acogiera.
El estado de salud del animal era delicado: estaba bajo de peso (apenas registraba 56 kg cuando una cría de esta edad debe pesar entre 90 y 100 kg). Por lo tanto, Roxy decidió llevarla a casa para encargarse de su cuidado.
¿Cómo cuidó Roxy Danckwerts al pequeño elefante?
Roxy, sin duda, cuidó al elefante extraviado como si fuera su hijo. Le dio 18 litros de una fórmula especializada, que sin duda fue vital para que la pequeña cría pudiera sobrevivir.
Además de hacerse cargo de su alimentación, pasó varias horas jugando con él y consintiéndolo para que el pequeño poco a poco se fuera familiarizando con su nuevo entorno.
Pero eso no es todo: Roxy bautizó a su amigo como Moyo, que quiere decir “Del corazón”, lo cual evidencia el gran amor que ella siente hacia el pequeño que fue rescatado en febrero de 2014. Ambos son tan apegados que el elefante sigue a Roxy a donde quiera que ésta vaya.
Cuando fue rescatado, Moyo estaba a orillas del lago Kariba, sumido en una profunda ansiedad y tristeza, hecho que contribuyó a que sintiera un intenso miedo al agua. Sin embargo, ha logrado superar esta condición gracias al apoyo de Roxy Danckwerts y ahora disfruta de la libertad y el espacio que le otorga el santuario Wild is Life.
Los santuarios de animales son sitios donde las especies en peligro de extinción, o que han sufrido alguna especie de maltrato, tienen una posibilidad de salir con vida.
En el momento en que la noticia se dio a conocer, Roxy declaró a los medios: “Conoce mi voz, mi olor y de algún modo siempre sabe dónde estoy. No tengo ni idea de cómo. Con el tiempo es cada vez más difícil, porque Moyo sigue creciendo y cuando se mete en casa es muy costoso de manejar.”
“Es uno de esos animales con los que he formado un vínculo extraordinario de amistad, confianza y amor,” añadió. “Dejarla marchar será duro. Pero estoy determinada a hacerlo y muy segura. Quiero lo mejor para las crías de elefante, y lo mejor es tener libertad para ir a donde quiera y tomar sus decisiones.”
Historias como la de Moyo y Roxy nos hacen ver que en el mundo se pueden dar amistades insólitas, pero que nos dejan valiosas lecciones sobre el amor, la comprensión y la lealtad.
Foto de portada: YouTube / BBC
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