En el complejo mundo laboral actual, la necesidad de encontrar significado y satisfacción en el trabajo es más importante que nunca. Sin embargo, no siempre es necesario aceptar las circunstancias tal como son o esperar que la organización realice cambios significativos. A veces, la clave radica en un sencillo ajuste en la forma en que experimentamos nuestras funciones laborales. Este concepto se conoce como job crafting.
El job crafting es una metodología de rediseño personal del trabajo que permite a los individuos modificar su experiencia laboral sin depender de cambios estructurales impuestos por la empresa. Esta idea fue introducida en los años 2000 por las psicólogas organizacionales Amy Wrzesniewski de la Universidad de Yale y Jane Dutton de la Universidad de Michigan, quienes exploraban cómo las personas pueden encontrar propósito en sus trabajos. A través de su investigación, constataron que incluso aquellos en funciones rutinarias pueden transformar su experiencia laboral mediante simples acciones diarias, como:
- Asumir tareas que les inspiran.
- Establecer relaciones con colegas motivadores.
- Reajustar su perspectiva sobre su contribución.
El artículo académico que publicaron en 2001, titulado “Crafting a Job: Revisioning Employees as Active Crafters of Their Work”, sentó las bases teóricas del job crafting, que se ha convertido en una herramienta invaluable para promover el bienestar laboral y el compromiso.
Implementar el job crafting implica modificar el trabajo en tres dimensiones:
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Tareas: Rediseñar lo que hacemos día a día. Esto puede incluir agregar tareas que resultan más motivadoras, delegar las que generan agotamiento o buscar nuevos desafíos que estimulen la creatividad.
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Relaciones: Cambiar las interacciones laborales. Buscar nuevas colaboraciones, conectar con personas que inspiran, o incluso mentorear a otros, son formas efectivas de redefinir nuestras relaciones en el trabajo.
- Percepción o significado: Transformar la forma en que interpretamos lo que hacemos. Es crucial recordar el impacto que tiene nuestro trabajo en otros y conectar nuestras labores con nuestros valores individuales.
El impacto del job crafting se evidencia en empresas líderes que lo han integrado a sus culturas organizacionales. Por ejemplo, Google promueve el rediseño del trabajo al permitir a sus empleados usar el 20% de su tiempo en proyectos que les apasionen, dando origen a innovaciones como Gmail y Google Maps. Por su parte, LEGO ha implementado “My Playground” para que sus trabajadores alineen sus roles con sus fortalezas, mientras que SAP ha incluido sesiones de job crafting en su estrategia de bienestar. En hospitales del Reino Unido, el personal ha empleado esta técnica para reconectar con el propósito de su labor.
Sin embargo, en algunos lugares, como en México, aún persiste la idea de que el bienestar laboral debe provenir de decisiones superiores. Pero el job crafting invita a los colaboradores a asumir un enfoque más activo para rediseñar su trabajo como un acto de liderazgo personal.
Para iniciar este proceso, es recomendable seguir algunos pasos:
- Realiza un mapa de tus tareas: Identifica cuáles te motivan y cuáles te drenan.
- Reconoce tus fortalezas y motivaciones: Busca formas de incorporarlas en tu día a día.
- Evalúa tus relaciones laborales: Reflexiona sobre con quién deseas colaborar más.
- Redefine tu propósito: Piensa en el impacto que tiene tu trabajo en los demás.
El job crafting no requiere permiso; exige iniciativa, reflexión y acción decidida. Aunque el desafío de aceptar esta autonomía puede ser considerable en muchas organizaciones, hay razones para albergar esperanzas en su potencial transformador. Es momento de considerar un rediseño en tu trabajo y en cómo experimentas cada día en él.
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