Telefónica ha obtenido un beneficio récord en 2021 de 8.137 millones de euros, lo que supone más que quintuplicar los obtenidos en el ejercicio anterior (1.582 millones), gracias a las plusvalías provenientes del cierre de la fusión de O2 y Virgin Media en el Reino Unido, de la venta de las torres (antenas) de Telxius y la venta del negocio de Costa Rica y El Salvador.
El beneficio habría sido aún mayor de no haberse contabilizado en el último trimestre del ejercicio el coste de 1.382 millones de euros del Plan de Salidas Incentivadas (PSI) al que se han adherido un total de 2.418 trabajadores de Telefónica España, que ya han comenzado a dejar la compañía desde el pasado 1 de febrero. A consecuencia de ello, el cuarto trimestre se cerró con unas pérdidas de 1.198 millones. Los ahorros anuales promedio se cifran por encima de los 230 millones de euros a partir de 2023, y el impacto en generación de caja será positivo desde 2022.
Telefónica, pese a todo, sufrió la mala evolución del negocio por la pandemia, la depreciación de las monedas latinoamericanas en los países donde opera y la tendencia del mercado a ofertas de bajo coste. Los ingresos se han situado en 39.277 millones de euros en el conjunto del ejercicio, un 8,8% menos, un descenso en el que también han influido los cambios en el perímetro de la compañía, con la salida de O2 a principios de junio tras la fusión con Virgin Media en Reino Unido. Sin ese efecto, los ingresos hubieran rondado los 43.000 millones, con un crecimiento orgánico del 2%, en la línea de las previsiones de la compañía.
El resultado bruto operativo (Oibda) se incrementó un 63% en 2021 hasta los 21.983 millones de euros debido a las citadas plusvalías de las operaciones cerradas durante 2021, así como del control de costes conseguidos gracias a la gestión aplicada. Sin extraordinarios, este indicador crece un 1,4%, también en la línea de lo anunciado por el grupo.
La finalización de las operaciones de venta de activos también ha propiciado una fuerte reducción de la deuda financiera neta del grupo que preside José María Álvarez-Pallete, que cerró a 31 de diciembre en 26.032 millones de euros, 9.196 millones (-26,1%) por debajo de la de un año antes. Asimismo, la deuda financiera neta incluyendo arrendamientos asciende a 34.112 millones de euros hasta finales de 2021, respecto a los 41.697 millones con los que cerró 2020.
Fuerte posición de liquidez
La generación de caja se situó en 2.642 millones de euros en los 12 meses del año, que se sitúan en 3.755 millones descontando los pagos de espectro. Telefónica afirma que mantiene una posición de liquidez de 24.586 millones de euros a cierre del cuarto trimestre, que le permite tener cubiertos sus vencimientos de deuda hasta más allá de 2024. La inversión ha alcanzado los 7.267 millones de euros, de los que el 45% se ha destinado al despliegue de redes fibra óptica y 5G.
Por mercados, España representa el 29% de los ingresos obtenidos por la compañía; Alemania, el 18%; Reino Unido, el 15%; Brasil, el 16% e Hispanoamérica, el 20%. También por mercados, el 34% del Oibda procede de España; el 17%, de Alemania; el 15%, de Reino Unido; el 21%, de Brasil; y el 13%, de Latinoamérica.
Telefónica España mantuvo planos los ingresos en 2021, con ventas de 12.147 millones de euros, aunque con un ligero crecimiento (0,5%) en el cuarto trimestre, frente a la continua caída de los rivales como Vodafone y Orange. No obstante, el oibda de la filial española se reduce el 33,1%, hasta los 3.377 millones, y el margen disminuye hasta el 27,2%.
La base de líneas del grupo se sitúa en 369,1 millones, un 1,9% más que en 2020, gracias principalmente a las redes ultrarrápidas, a la fibra y a los clientes móviles de contrato, que han crecido el 8%, el 23% y el 5%, respectivamente. A diciembre de 2021, Telefónica contaba con más de 159 millones de unidades inmobiliarias pasadas con redes ultrarrápidas, un 6% más que hace un año, y de las que un total de 84,5 millones pasan por la propia red de la compañía, un 10% más que a finales de 2020. Solo la fibra hasta el hogar (FTTH) alcanza 55,8 millones de unidades inmobiliarias, con un crecimiento anual del 17%.
Dividendo y autocartera
La compañía mantiene su compromiso con el reparto de dividendo, pero introduce la novedad de que todo su pago será en efectivo eliminando la modalidad de dividendo flexible voluntario (pago en acciones), con el que abonaba la mitad del mismo. Así para 2022, aportará un dividendo de 0,30 euros por acción, al igual que el ejercicio anterior, pagadero en diciembre de 2022 (0,15 euros por título) y junio de 2023 (0,15 euros por acción). La compañía también propondrá la amortización del 2,41% del capital, correspondiente a las acciones que tiene en autocartera.
Telefónica se beneficiará también como accionista de sus filiales internacionales que han anunciado dividendos para 2022 por más de 2.000 millones de euros, de los que 770 millones corresponden a Brasil; 369, a Alemania y 950 millones a Reino Unido.
Consolidación y fútbol
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, aseguró este jueves que su compañía no tiene previsto ningún movimiento de consolidación de su matriz con otro gran operador en Europa dentro del baile de fusiones que se baraja actualmente en el continente. “sta es una compañía distinta a la de hace cinco años, hemos hecho los deberes, estamos en crecimiento y nos sentimos fuertes. No tenemos ninguna necesidad de combinarnos para generar más valor”, señaló en la presentación en rueda de prensa de los resultados de 2021.
Por su parte, el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, ha confirmado que Telefónica mantiene “conversaciones avanzadas” con Dazn, con la que se reparte los derechos de LaLiga, para emitir todo el fútbol en una operación que permitiría que los ahorros por partido obtenidos en la última subasta se elevaran al doble dígito. El directivo ha precisado que Dazn o cualquier otro operador tendrá que contar con la autorización de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El directivo también ha señalado que espera que en 2023 la CNMC revisar las condiciones ‘remedies’ de la compra de Canal+ y permita a Telefónica tener los derechos de La Liga los cinco años que ganó en la puja, eliminando el máximo de tres incluido en las condiciones de la operación.
Nueva sociedad para el despliegue de fibra rural
Telefónica ha anunciado la creación de una sociedad para el despliegue de fibra óptica en las zonas rurales, con baja densidad de población. Esta FiberCo , como conoce en el argot a este tipo de compañías de infraestructuras, tiene como objetivo alcanzar una cobertura de más de cinco millones de hogares pasados, de los que 2,5 millones ya están tendidas y serán traspasadas por parte de la propia Telefónica, y una cantidad similar corresponderán a nuevos despliegues.
El consejero delegado de la operadora, Ángel Vilá, ha aclarado que se dará entrada a socios pero Telefónica mantendrá la mayoría del capital. Hasta el momento, el grupo ha descartado la venta de su red de fibra en España, tal y como habían especulado distintos bancos de inversión, que apuntaban que el valor de este activo podía superar los 15.000 millones de euros. Vilá ha precisado que el posible socio solo lo será en el nuevo vehículo de inversión, y no en el conjunto de la red de fibra de Telefónica. Al cierre de 2021, la operadora cubría con su red más de 26,9 millones de unidades inmobiliarias en España, frente a los 25,21 millones del año anterior.
La intención de la operadora pasa por dar entrada a un socio financiero, en línea con otras transacciones realizadas por Telefónica en países como Alemania, con Allianz; Brasil, con Caisse de dépôt et placement du Québec (CDPQ), y en Colombia y Chile, con KKR. Telefónica y su socio Liberty Global también están negociando la entrada de un socio financiero en su vehículo de fibra en Reino Unido.
No es la primera operadora en lanzar un plan en esta dirección. Orange vendió a principios de 2021 un 50% de su empresa de fibra en Francia Orange Concessions a un consorcio formado por La Banque des Territoires (Caisse des Dépôts), CNP Assurances (CNP) y EDF Invest. La intención de Orange con este proyecto pasaba por acelerar los despliegues de red de fibra óptica en las zonas rurales.
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