Las intensas lluvias que han azotado diversas regiones de México no se limitan solo a la Ciudad de México. El pasado 2 de junio, localidades como Chignahuapan e Izúcar de Matamoros, en Puebla, experimentaron una tromba tan severa que dejó varias escuelas en condiciones “destruidas”. Esto ha planteado la urgente necesidad de decidir si se suspenden las clases en dichas áreas.
Las autoridades municipales y el Gobierno de Puebla han emitido un comunicado oficial en el que reportan las severas afectaciones en los planteles educativos, priorizando la seguridad de los estudiantes. Se ha dispuesto atención inmediata para asegurar que las aulas y otros espacios educativos presenten condiciones seguras para toda la comunidad escolar.
El comunicado destaca el compromiso de la dependencia estatal en la protección y bienestar de los niños, agradeciendo la colaboración de padres y tutores ante esta crítica situación.
Durante la misma jornada del 2 de junio, se registraron fuertes lluvias que causaron inundaciones en varias zonas de Puebla. Imágenes y videos compartidos en redes sociales muestran cómo decenas de casas, comercios y calles quedaron completamente cubiertas de agua, lo que motivó la activación del plan DN-III-E, un operativo del Ejército Mexicano diseñado para brindar apoyo a las personas damnificadas por desastres naturales, tal como lo ocurrido en localidades como Izúcar, Chignahuapan y Tepeojuma.
En respuesta a los efectos de las inundaciones, el Gobierno de Puebla ha habilitado albergues en la zona de Ajolotla. Las autoridades locales están solicitando donaciones de víveres y artículos de primera necesidad, como alimentos no perecederos, agua embotellada, pañales y productos de higiene personal, para ayudar a quienes se han visto más afectados.
Esta situación es un recordatorio de la vulnerabilidad de las comunidades ante fenómenos naturales, y de la importancia de la solidaridad en tiempos de crisis. La respuesta rápida y coordinada de las autoridades es fundamental para mitigar el impacto y garantizar la seguridad de quienes se han visto golpeados por este desastre.
Es vital mantenerse informado y apoyarse en la comunidad durante estos períodos difíciles.
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