Cada año, miles de estudiantes a lo largo y ancho de México se preparan para el exigente examen de ingreso a la licenciatura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En 2025, entre esos aspirantes, solo cuatro lograron alcanzar la hazaña de responder correctamente las 120 preguntas del examen, un resultado excepcional que los catapulta hacia sus sueños académicos.
De estos cuatro estudiantes, dos comenzarán sus estudios en la prestigiada Facultad de Medicina, ansiosos por formar parte del selecto grupo de futuros médicos. Los otros dos emprenderán su camino en la Facultad de Ingeniería, específicamente en la carrera de Ingeniería Espacial, un campo que promete grandes desafíos y oportunidades.
Las historias de estos jóvenes se entrelazan con el esfuerzo, la disciplina y un compromiso férreo hacia sus objetivos. Anna Sofía Pérez Gordillo, originaria de Ecatepec, siempre anheló tener la oportunidad de estudiar en Ciudad Universitaria y, tras perseverar, finalmente verá su sueño realizado en la Facultad de Medicina. Por su parte, Daniela Villalobos Camacho, proveniente de la Ciudad de México, se convierte en la primera de su familia en ingresar a la UNAM, también en la Facultad de Medicina, un hito que marca un cambio generacional significativo.
Desde Ocosingo, Chiapas, Lizette Jacqueline Cruz Gómez se destaca no solo por su examen perfecto, sino también por su futura trayectoria académica en Ingeniería Aeroespacial. Finalmente, Bruno García Gómez, el único hombre entre estos cuatro estudiantes destacados, también ingresará a la Facultad de Ingeniería para estudiar Ingeniería Aeroespacial y está dispuesto a enfrentar los retos que le depara esta elección.
Todos estos estudiantes coinciden en que su éxito es el resultado de años de dedicación, donde la disciplina y la constancia fueron sus mejores aliadas. La preparación intensiva que realizaron incluyó largas horas de estudio que, en ocasiones, llevó a sus familiares a pedirles que tomaran un descanso. Sin embargo, su determinación y enfoque hacia la meta siempre fueron prioritarios.
Además, el relato de sus esfuerzos resalta una lección valiosa: la perseverancia vale la pena. Anna Sofía logró su puntaje perfecto en su tercer intento, mientras que tanto Daniela como Lizette alcanzaron su sueño en su segundo intento. Esta historia se convierte en un testimonio inspirador para muchos jóvenes que buscan abrirse camino en el ámbito académico, en especial en una institución de gran renombre como lo es la UNAM.
La UNAM, por su parte, continúa siendo un pilar en la educación superior del país, y el triunfo de estos jóvenes no solo refleja su dedicación personal, sino también la excelencia académica que la universidad promueve y sostiene. Este año, su hazaña se erige como un símbolo de determinación para todos aquellos que aspiran a formar parte de esta célebre institución.
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