En una reciente cumbre celebrada en Buenos Aires, los países que componen el Mercosur —Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia— han dado un paso significativo al aprobar la ampliación de las listas de excepciones arancelarias para las importaciones. Esta decisión, confirmada por el canciller argentino, Gerardo Werthein, busca flexibilizar el arancel externo común y permitir una adaptación individual de cada nación frente a las realidades cambiantes del comercio internacional.
Según Werthein, el Consejo del Mercado Común considera este acuerdo como “de gran relevancia”, ya que se introducen ajustes que fomentan un marco de unidad sin sacrificar prioridades nacionales. Además, se ha comenzado a revisar la coherencia del arancel común, con la intención de brindar mayor transparencia al sistema y avanzar en la integración global.
En paralelo a estas decisiones, se están clarificando procedimientos relacionados con los certificados de origen de zonas francas, un esfuerzo diseñado para facilitar los trámites aduaneros y fomentar un ambiente comercial fluido. Las medidas buscan empoderar al sector privado, permitiéndole operar con mayor libertad, en un contexto donde la seguridad energética también ocupa un lugar central. Mercosur apuesta por conectar la creciente demanda de energía de la región con las amplias posibilidades de producción en Argentina, especialmente en áreas como Vaca Muerta.
La cumbre también abordó el clima de incertidumbre geopolítica que afecta a las economías mundiales, donde las políticas arancelarias impuestas por diversas naciones, incluida la administración de Donald Trump en Estados Unidos, complican el panorama. En este sentido, la búsqueda de una mayor apertura comercial se vuelve crucial para el Mercosur.
Werthein mencionó la finalización de las conversaciones entre Mercosur y la EFTA (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza), lo cual promete nuevas oportunidades económicas y una mayor seguridad jurídica que estimulará inversiones en la región. Además, se confirmaron progresos en las negociaciones con la Unión Europea y se anticipa la firma del acuerdo Mercosur-UE para el segundo semestre de este año.
Las expectativas son altas para el año en curso, ya que se vislumbra la posibilidad de avanzar en un tratado de libre comercio con Emiratos Árabes Unidos, así como en el fortalecimiento de tratados con Israel y la India. También se ha comenzado a trazar una hoja de ruta con El Salvador y los primeros contactos con República Dominicana y Panamá para iniciar diálogos comerciales.
Esta información, que refleja el contexto del Mercosur hasta el 3 de julio de 2025, resalta el compromiso de los países miembros por adaptarse a un entorno global en constante cambio, fortaleciendo sus lazos comerciales y buscando un futuro más interconectado y próspero.
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