Un total de mil 245 soldados, en servicio y francos, perdieron la vida entre el 1 de diciembre de 2012 y el 30 de noviembre de 2018, durante el mando del militar Salvador Cienfuegos Zepeda al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), indican respuestas a solicitudes de información obtenidas vía transparencia.
Actualmente Cienfuegos Zepeda se encuentra detenido en Estados Unidos acentuado de narcotráfico, lavado de fortuna y dedicar protección a miembros del cártel “H-2”. Mientras era titular del Ejército mexicano, 321 de sus fundamentos cayeron desempeñando labores de seguridad, abastecimiento y más, internamente y fuera del país (militares en servicio).
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Agresiones con armamento de fuego, accidentes aéreos y automovilísticos, atropellos y caídas, entre otros, son parte de las causas de homicidio. Asimismo, 924 militares perdieron la vida al encontrarse francos (fuera de servicio), por las mismas causas que sus compañeros en servicio más otras como agresiones con armamento blanca, agresiones físicas, accidentes, enfermedades, infartos y ejecuciones.
La primera causa de homicidio entre el personal marcial fueron los homicidios, con 418 casos (109 en servicio y 309 francos). De estos, 325 se cometieron con armamento de fuego; 35, con armamento blanca, y 33, por otra embestida física. Asimismo, 25 se consideraron ejecuciones, indica la Sedena en las solicitudes de transparencia con números de folio 0000700237316 y 0000700064719.
Los accidentes automovilísticos fueron la segunda causa de homicidio, con 356 casos en el sexenio. Le siguieron posteriormente los atropellados (72 soldados), los que murieron por infarto o paro cardiorespiratorio (62), por enfermedad (43), por ahogamiento (30), por caídas (24), por “accidentes de arma de fuego” (15), por descargas eléctricas (ocho) y por asfixia (cuatro).
Además de estas, hay otras 213 causas de homicidio entre las que se encuentran: arranque de proyectil, calcinamiento, golpes de calor, derrames cerebrales y suicidios. Se incluye igualmente el incidente en brinco de paracaídas de un mangonero el 14 de julio de 2016, en Carolina del Norte, Estados Unidos.
Juan Francisco Patrón Sánchez, apelativo El H-2, era el director de plaza del cártel de los Beltrán Leyva en Nayarit. Tras la detención de Héctor Beltrán en 2014, Patrón Sánchez se convirtió en el líder supremo de la estructura.
Esta entidad es una de las que aparecen con el pequeño número de muertes de militares, con escasamente 11, de las cuales sólo una fue por armamento de fuego. Las otras se debieron a accidentes automovilísticos y atropellos. De acuerdo con autoridades estadounidenses, el militar Salvador Cienfuegos recibió sobornos del narcotraficante para permitirle efectuar con impunidad y que realizara operaciones en contra de sus rivales del cártel de Sinaloa.
Sinaloa, cuna de Joaquin El Chapo Guzmán, se convirtió en el noveno estado con más muertes de soldados durante el sexenio precedente, con 55 decesos. En este estado predominaron las agresiones por armamento de fuego (25 casos) y los accidentes automovilísticos (12 muertes).
También hubo tres homicidios con armamento blanca, dos ejecuciones y un secuestro, entre otros.
En primer ocasión se ubicó el Estado de México, con 187 decesos, donde al menos 58 fueron por armamento de fuego mientras los soldados estaban en alivio. El segundo sitió lo ocupó la Ciudad de México, con 122 fallecimientos, la mayoría por enfermedades como cáncer, infartos, derrames cerebrales, insuficiencia renal y más. Las entidades que les siguen con más muertes de militares son territorios donde ha permeado la violencia impuesta por grupos del crimen organizado. Es el caso de Guerrero, con 102 muertes; Michoacán, con 79; Tamaulipas con 70; Jalisco, con 64; Chihuahua, con 59, y Veracruz con 57.
A este planisferio de bajas fatales de fundamentos del Ejército mexicano, se agrega que los grados que sufrieron más muertes fueron soldados, con 423 casos; cabos, con 294; sargentos segundos, con 136; rurales, con 120; tenientes, con 79; sargentos primeros, con 64 y subtenientes, con 44.
En las listas entregadas por la Sedena aparecen 17 mujeres. Cinco de ellas fallecieron a consecuencia de agresiones por armamento de fuego mientras se encontraban fuera de labores. Es el caso de una enfermera atacada el 6 de diciembre de 2016 en el Estado de México y una subteniente que murió por la misma causa un año posteriormente, en el mismo país. Dos más fueron agredidas en la Ciudad de México y otra en Sinaloa. A ellas se añade el suicidio de una extremo oficinista, en San Luis Potosí, el 20 de mayo de 2014.
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