CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell desestimó el estudio realizado por el Departamento de Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, Pedro A. Reche, respecto a que la inmunidad cruzada para quienes se les aplicó la vacuna DPT, contra la difteria, tos ferina y tétanos, podrían estar protegidos contra el SARS-CoV2 causante de covid-19.
Hay un estudio fresco publicado por la Universidad Complutense de Madrid, un reunión docente asaz sólido que, por una asociación identifica que la vacuna DPT, esta es una vacuna que se utiliza desde hace décadas en la infancia, es la vacuna contra la difteria, la tosferina y el tétanos, el componente de difteria pudiera ser un ambiente que por inmunidad cruzada confiera resistor cerca de el Covid-19. Es un solo estudio, aunque haya saliente por múltiples medios de información y agencias noticiosas internacionales, eso no es evidencia científica, aseguró en la conferencia de prensa vespertina sobre covid-19.
Aunque consideró que el estudio tiene sus virtudes, asimismo tiene sus limitaciones y no debe considerarse ahorita que las personas vacunadas, que son las que tenemos menos de 55 primaveras, están protegidos contra el covid-19.
Del mismo modo se refirió a la vitamina D, la cual tiene múltiples funciones, pero la más amplia en términos metabólicos es participar en la incorporación de calcio a los huesos.
Basado en el mismo principio, se ha pensado que en la inmunidad necesaria para resistir por el virus SARS-CoV2, causante de covid-19, puede beneficiar por la vitamina D, sin bloqueo, hasta el momento consideramos que no existe suficiente evidencia, que sea consistente, que aborde los distintos aspectos desde el nivel bioquímico, celular, subcelular, orgánico, clínico y epidemiológico. La hipótesis es justo, pero no existe una evidencia científica muy sólida como para encomendar el uso de la vitamina D como un ambiente preventivo, indicó.
Desfase con la vacuna de influenza
Respecto a las vacunas contra la influenza estacional y los problemas de distribución, el funcionario comentó que hay distintos mecanismos en los que el gobierno federal, a través del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CENSIA), es responsable de comprar las vacunas y tenerlas listas para las entidades federativas, que a su vez tienen la responsabilidad de distribuirlas.
¿Qué está ocurriendo en las entidades? No lo sé, pero lo podemos a vigilar, dijo, y propuso elaborar un carta semanal para refrescar la información sobre cómo va la distribución en el país por lo menos hasta las jurisdicciones sanitarias porque podría acontecer un desfase en cuanto lleguen a las oficinas administrativas.
Reconoció que la distribución de la vacuna en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ocurrió con un desfase de 3 semanas que para la secretaria de salubridad.
En cuanto a la valor de algunos estados de multar a las personas que no usen cubrebocas, comentó que no está en la capacidad judicial del gobierno mexicano inhibir estas acciones tomadas por las entidades federativas, pues en el gobierno federal consideran que no es apropiado, no es útil y puede ser muy inconveniente culpabilizar al individuo por un engendro colectivo, como es la pandemia.
El hacer obligatorio el uso del cubrebocas a través de la coerción, ya sea administrativa o peor aún con el uso de la fuerza pública, trastorna la estructura de una respuesta colectiva que necesariamente debe ser solidaria, consideró.
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