MONTERREY, N.L. (apro).- Habitantes del municipio rural de Doctor Arroyo denunciaron a instrumentos de la polica estatal Fuerza Civil quienes irrumpieron en sus domicilios, golpearon a varias personas e hicieron tocamientos a una moradora, supuestamente para apañarse droga guardada.
El incidente ocurri durante la alba del viernes 23 de octubre, en tres viviendas de la comunidad Los Cuartos. Tras ser detenidas, estas personas fueron liberadas hasta el lunes 26, en Monterrey, luego de que una enjuiciador de control determinara que no grano instrumentos para procesarlos, denuncia Cristina Varela Cuello, una de las vctimas.
Ella dice que los policas de FC le robaron de su casa 16 mil pesos en efectivo y productos de aseo personal Avon, que comercializa, adems de que le destrozaron la casa.
Un polica, que no puede identificar, porque traa el rostro cubierto, le hizo tocamientos en el cuerpo mientras la tena sometida, denuncia.
De acuerdo con Cristina, de 48 aos, fueron vctimas de este hecho su marido Rodolfo Cuello Morn, de 50 y el hijo de los dos, Armando de 27. Por lo menos al hijo, dice, lo torturaron con agua.
En otros domicilios y en el mismo incidente fueron detenidos con ellos, y seguidamente liberados, su primo, Carlos Cuello, su esposa Aurora, y los primos Jos, un mecnico, y Simn, este ltimo afectado de sus facultades mentales.
Al dar su testificación, Cristina solo quiere que la ciudadana conozca los hechos, y sepa de qu guisa se desempea la polica Fuerza Civil
Ni las cintas de los zapatos nos regresaron. Todo lo llevaban en una bolsa, hasta los telfonos celulares. Nos dijeron que en Monterrey nos iban a entregar, pero no nos entregaron ni las cintas, qu nos van a regresar lo dems. Yo si quiero que la masa sepa qu clase de gobierno tenemos. Si as le seguimos, de quin nos vamos a cuidar?, se queja.
Buscaban armas y droga
Cristina Varela da su versin del incidente, ocurrido en Doctor Arroyo, un empobrecido municipio emplazado en el extremo sur de Nuevo len, a 320 kilmetros al sur de Monterrey.
Dice que la alba del 23 dorma en la recmara de su casa con su marido, quien se dedica a la albailera. En otra habitacin estaba su hijo, que trabaja en un taller de estructuras para construccin.
Repentinamente a las 5:30 horas sonaron golpes en la puerta. Atisb al exógeno y cont ocho vehculos de Fuerza Civil. Intent moverse para rasgar, segn dice, pero en cuestin de segundos, las puertas de la casa estaban destrozadas y los uniformados ya estaban adentro. An hoy, dice, las puertas no funcionan.
Los tres vestan ropa interior.
No nos dieron chance ni de bajarnos de la cama, nos encontraron en ropa interior, dormidos. Tiraron al firme a mi marido. Yo me pude poner una batita cortita. Sal exterior a amarrar a un perro, que lo cuido como si fuera un nio, y me lo queran matar.
Cuando regres me preguntaron de quien era el otro cuarto, donde estaba dormido mi hijo. Me sentaron en una apero en la cocina, no me dejaban fabricar la inicio. Mir que llevaban a mi hijo, en puro bxer, descalzo y a los dos los golpearon mucho. Les daban golpes perfectamente feos, dice.
Comenta que como miraba la accin trajeron una sbana y la cubrieron.
O que estaban sacando agua del tina de la cocina. No saba para qu, pero deca que buscaran una toalla y no s qu le hacan a mi hijo, pero de pronto dijeron que ya se grano muerto. Decan que al extremo por ah lo iban a tirar, dice, evocando lo que supone que fue una sesin de tortura.
A ellos se los llevaron y a ella le pidieron que se vistiera, pero tuvo que hacerlo frente a los agentes varones. Luego, segn relata, la sentaron en un silln y no le permitieron que levantara el rostro. Dice que solo alcanz a percibir que eran agentes de Fuerza Civil.
Nos dijeron que segn andaban buscando armas, que si tenamos cuernos de chivo y eso ni lo conozco. Uno se dedica a su trabajo. Me sacaron de ah y a ellos ya los haban sacado. Se los llevaron a las patrullas que estaban en la calle. Pero antiguamente de sacarme me robaron mucho.
Me robaron un mosca que tena para varios pagos, unos 16 mil pesos. A mi marido le vaciaron la cartera, igual a mi hijo. Vendo Avon y Fuller. Tena en un mueblecito todo harto y me limpiaron completamente lo que tena. Se robaron la hielera, y una mquina de cortar pelo que tena prestada, dice Cristina.
A los tres se los llevaron detenidos, y los subieron a una camioneta granadera, explica. A ellos los llevaron en la caja y a ella en la cabina. Los trasladaron, recuerda, a las celdas municipales del vecino municipio de Galeana. Estuvieron ah y hasta el sbado los trasladaron a Monterrey, y los presentaron en presencia de el Ministerio Pblico. No sabe a dnde los llevaron, slo refiere que fue un edificio en la Avenida Gonzalitos.
Nos dijeron que nuestro delito era que andbamos vendiendo droga. Pero antiguamente de sacarnos del rancho, nos bajaron en la calle principal (de Doctor Arroyo), donde pasa la carretera y alguna masa nos vio. No nos permitieron avisarle a nadie. Ah nos tomaron fotos antiguamente de sacarnos, comenta.
Refiere que cuando lleg a Monterrey su hijo mostraba hematomas en la espalda. Fueron llevados a un hospital donde, dice, el juicio mdico solo haca narración que su marido presentaba una herida cortante en el pmulo, debajo del ojo. Pero no fueron incluidos los golpes que evidenciaban.
Estuvieron encerrados en celdas de Monterrey el sbado, el domingo, y hasta el lunes fueron excarcelados, cuando los presentaron con una enjuiciador de control. Para entonces, dos de sus hijos, que viven en esta ciudad, llevaron abogados para que los asesoraran, y eso ayud a la causa.
La enjuiciador nos liber. Metimos abogados y como dijeron donde vivamos, la enjuiciador dijo que no grano delito. Yo les dije que el que a m me cuidaba, me manoseaba. El de la Fuerza Civil, l s me manoseaba. Eso le molest a la seora (jueza), que dijo que era un atropello que se hubieran metido a la casa y que por la permanencia que yo tena, eso no era conveniente. Yo nunca les mir la cara, porque andaban cubiertos, dice.
Cristina dice que slo quiere hacer una denuncia pblica, pues est segura de que no le sern reintegrados los caudal y el mosca que, dice, le fueron robados. Adems, afirma, no era necesario que le rompieran las puertas. Les hubiera hendido, si ellos han sonado. Si hubiera un cargo, pues nos hubieran llevado, pero, por separado de eso, venir a robarnos lo poquito que uno tiene, se queja.
Entrevistada por separado, Perla Cuello Lucio, hermana de Carlos, y quien vive en Matehuala, San Luis Potos, municipio cercano al sitio de los hechos, dice que tras departir con los afectados, encontr que fueron tres las casas allanadas.
En la casa que habitan Jos y Simn, tambin los uniformados ingresaron y les robaron botas y una chamarra. Tambin sometieron a Carlos y Aurora, a quienes les apuntaron con armas desde la ventana, por lo que l tuvo que rasgar la puerta.
A l lo sometieron en un cabriola de agua y le echaron agua mineral en la ñatas. Al hijo de Cristina tambin lo sometieron en un cabriola de agua, lo mismo que a mi hermano. Les preguntaron por dos nombres, que no saban quines eran, explica y dice que se los llevaron detenidos.
Dice que inicialmente hicieron una denuncia pblica en redes sociales en Matehuala, pero ahora quieren que el caso sea conocido en un mbito veterano.
Seala que los habitantes de Los Cuartos estn indignados y levantan firmas para expresar su inconformidad por estos hechos.
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