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Desde febrero y hasta septiembre de 2024, los astrónomos esperan la aparición de una estrella en el cielo.
La esperada estrella es la T CrB o T Corona Borealis, de la constelación de la Corona Boreal. La cual explota cada 78 a 81 años, aumentando su brillo hasta hacerse visible en el cielo nocturno.
T CrB es en realidad una estrella binaria, es decir, son dos estrellas en lugar de una. El sistema estelar se encuentra a 2628.82 años luz de nosotros, esto significa que la luz observada y la luz de la explosión ocurrió hace 2628.82 años, allá por el año 604 a. C. pero por la enorme distancia a la que se encuentra, su luz, viajando a la velocidad de la luz (300 mil km/s) tarda ese tiempo en llegar a nosotros.
El sistema T CrB está compuesto de una estrella gigante roja y una estrella enana blanca, la cual es más caliente que la primera.
La gigante roja es 75 veces más grande que el Sol, con 1.12 masas solares y un brillo de 655 soles. Mientras que la enana blanca es de menor tamaño, con 1.37 veces la masa del Sol y 100 veces su brillo. Ambas estrellas distan una de la otra a casi 81 millones de km, por comparar, la Tierra está del Sol a 150 millones de km.
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La estrella gigante roja está aumentando su temperatura y presión, expulsando las capas externas que la envuelven. Ese material crea un disco a su alrededor, en donde se encuentra la estrella enana blanca. El material expulsado va a “caer” en la enana blanca. Por ese material, la temperatura externa de la enana blanca aumenta lo suficiente para provocar una reacción termonuclear descontrolada, que termina por explotar. Pero no es la enana blanca la que explota sino el material acumulado.
Es por la explosión que T CrB pasa de un brillo que no detectamos (10.8 mag.), hasta hacerse visible en el cielo nocturno (2.5 mag.).
En 1866 el astrónomo John Birmingham la descubrió, y se volvió a observar en 1946. Al parecer fue observada en 1217 y 1787.
T CrB explota cada 78 a 81 años, por ello se le conoce como nova recurrente y es una de las cinco novas recurrentes conocidas en nuestra galaxia.
¿Qué veremos?
Por el momento T CrB solo es visible con telescopios, cuando explote se hará visible a simple vista. Brillaría como la cercana estrella Alphecca. No será de las estrellas más brillantes pero será visible a simple vista durante al menos una semana.
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Por ello, aprenda a identificar a las estrellas Arcturus, Spica y a la constelación de la Corona Boreal, para que llegado el momento, detecte la “aparición” de la nova. O por el contrario, observando a la nova, verá días después que ha “desaparecido” (disminuido su brillo).
¿Cómo observarla?
T CrB pertenece a la constelación de la Corona Boreal, ubicada entre el Boyero (Boötes) y Hércules. La Corona Boreal aparece en abril, a las 9:30 de la noche en el horizonte este (por donde “sale” el Sol cada mañana), y al pasar las horas, irá subiendo.
A esa hora, verá al este dos estrellas brillantes, Arcturus de la constelación del Boyero (Boötes) y un poco al sureste, Spica (La Espiga) de Virgo (La Virgen). No hay otras estrellas brillantes en la zona, no puede confundirse.
Un consejo, para asegurar que está observando a Arcturus, vea al noreste, a la constelación de la Osa Mayor, note que las estrellas de la cola le dirigen a Arcturus.
Debajo de Arcturus y al noreste (a la derecha), se encuentra la Corona Boreal, es una constelación de estrellas débiles que forman un semicírculo. La Corona Boreal es difícil de ver por su bajo brillo, podrá verla con binoculares. Por el contrario, su estrella principal Alphecca se observa a simple vista.
La nova T CrB aparecerá debajo de Alphecca, fuera de la figura de la Corona.
Al pasar los meses, la Corona Boreal estará cada vez más arriba en el cielo. Después del verano habrá rebasado el cenit (la parte más alta del cielo). Para entonces, al haber girado en el cielo, la nova estará ahora arriba de Alphecca y de Arcturus.
La corona boreal
La Corona Boreal es una constelación de las 48 originales de Ptolomeo; veamos una de tantas versiones de la mitología griega:
En Creta, reinaba Minos y su esposa Pasífae. Su hijo, el príncipe Androgeo participó en los juegos Panateneas, celebrados en Atenas. Juegos en los que venció sin dificultad. El rey de Atenas, Egeo, molesto por la derrota de sus competidores, invitó a Androgeo a matar al toro de Marathon, pero durante la faena, Androgeo murió.
En venganza, su padre Minos, rey de Creta, atacó Atenas sin lograr conquistarla. Entonces le pidió a Zeus su intervención quien envió sequía y hambre a Atenas. Los atenienses buscando liberarse de la maldición consultan al oráculo quien les dice que debían enviar cada nueve años a siete jóvenes y siete doncellas atenienses para ser alimento del Minotauro, un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro.
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En una de las marchas de los jóvenes condenados, iba Teseo, hijo del rey Egeo, con la misión de matar al Minotauro y liberar a su pueblo del macabro tributo. Entonces Ariadna, hija de Minos y hermana del fallecido Androgeo, al ver a Teseo se enamoró de él y le apoyó en su misión de matar al Minotauro, soltando un hilo para que Teseo encuentre el camino de vuelta en el laberinto del Minotauro. Después, huyeron para casarse. Pero Teseo la abandona, y ella desconsolada se casa con Dionisio. En la boda, Ariadna utiliza una corona, que Dionisio toma y lanza al cielo para conmemorar su amor, la corona se volvió la constelación de la Corona Boreal.
Esta nota contiene información de varias fuentes en cooperación con dichos medios de comunicación.