La reciente ola de revelaciones en torno al caso conocido como “La Barredora”, originado en Tabasco y vinculado estrechamente con el político Adán Augusto López Hernández, ha generado reacciones significativas hasta en Chihuahua. En este contexto, destacados empresarios de la región han comenzado a establecer lazos con el Gobierno federal con el objetivo de frenar la aspiración política de la senadora Andrés Chávez, quien se perfila como candidata de Morena para la gubernatura en 2027.
Los actores empresariales en Chihuahua han llegado a una conclusión alarmante: la eventual llegada de Chávez al poder podría transformar la entidad en un escenario asfixiante similar al de Tabasco, caracterizado por situaciones como el cobro de piso descontrolado, dificultades en el transporte de mercancías por las carreteras, y un aumento en la violencia en áreas urbanas, en medio de una crisis carcelaria latente. Consideran que una crisis así podría representar una seria amenaza a la soberanía que el partido en el poder se ha comprometido a proteger.
Hasta hace un tiempo, el panorama para los empresarios distintos a la senadora no era del todo negativo. De hecho, existía cierta apertura hacia su ascenso, dado su desempeño en encuestas. Sin embargo, los recientes acontecimientos en Tabasco han hecho que esta percepción cambie drásticamente.
En este contexto de incertidumbre, Daniel Chávez, propietario de Grupo Vidanta y un influyente empresario chihuahuense con fuertes lazos con el obradorismo, ha sido un actor clave en las discusiones. Históricamente, Chávez no había mostrado entusiasmo por la idea de que la senadora Chávez y López Hernández avanzaran juntos en la política, prefiriendo en cambio asociarse más con facciones como la de Octavio Rodríguez y el actual gobernador Javier May, quienes han expresado abiertamente su desaprobación hacia el senador, al que consideran responsable de la crisis actual en Tabasco. Este contexto de rivalidades y afinidades quedó expuesto durante la reciente boda de un hijo de Andrés Manuel López Obrador, llevada a cabo en uno de los lujosos hoteles propiedad de Chávez en la Riviera Maya.
El mensaje que transmiten los empresarios es claro y directo: si Morena mantiene su apoyo hacia Chávez y Adán Augusto, habrá un notable respaldo hacia otras alternativas electorales para 2027, evidenciando un posible acercamiento más fuerte a los proyectos que impulsa la gobernadora Maru Campos.
Esta situación, marcada por intereses económicos y políticos, presenta un terreno fértil para el desarrollo de nuevos escenarios en la política estatal, donde las alianzas y los antagonismos definirán el futuro inmediato.
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