En un contexto de creciente preocupación por la sostenibilidad y el impacto ambiental de las actividades de transporte, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAP) ha solicitado a la administración de Claudia Sheinbaum la implementación de incentivos fiscales para fomentar el uso de transporte eléctrico. Este llamado se produce en un momento en que la transición hacia fuentes de energía más limpias se presenta como una de las prioridades a nivel global, especialmente en ciudades con altos niveles de contaminación.
El presidente de CANACAP resaltó que el transporte representa aproximadamente el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero del país, lo que subraya la urgencia de adoptar tecnologías más limpias. La propuesta incluye incentivos que podrían abarcar desde descuentos fiscales hasta apoyos directos para la adquisición de camiones eléctricos y la instalación de infraestructura de carga necesaria para su operación.
La transición hacia el transporte eléctrico no solo es fundamental para mitigar el impacto negativo en el medio ambiente, sino que también representa una oportunidad significativa para el sector del autotransporte. Con el aumento del comercio electrónico y las cadenas de suministro que demandan una logística más eficiente, adoptar vehículos eléctricos puede resultar en una reducción de costos operativos a largo plazo. Además, el uso de tecnologías limpias podría mejorar la competitividad de las empresas mexicanas en el mercado internacional, donde la sostenibilidad es cada vez más valorada.
A nivel global, diversas naciones y ciudades alrededor del mundo han implementado estrategias para apoyar la adopción de vehículos eléctricos con incentivos fiscales y subsidios gubernamentales. Por ejemplo, en Europa, muchos países han reducido impuestos para vehículos eléctricos y han introducido programas de financiamiento que facilitan su adquisición. Este tipo de iniciativas proporcionan un modelo que podría ser adaptado a las necesidades y condiciones de México.
Asimismo, la CANACAP ha enfatizado la importancia de la cooperación entre el gobierno y la iniciativa privada para establecer un marco normativo que impulse la modernización de la flota de transportes del país. De esta forma, el sector no solo se alinearía con las tendencias globales hacia un transporte más sostenible, sino que también podría contribuir a la generación de empleos verdes y al desarrollo de una economía circular.
La solicitud de incentivos fiscales se enmarca dentro de un panorama más amplio donde el cambio climático, la salud pública y la eficiencia económica están interrelacionados. La elección de vehículos eléctricos no solo es un paso hacia una menor huella de carbono, sino también una medida que puede repercutir en la calidad del aire y la salud de la población, un tema que ha cobrado mayor relevancia a raíz de la pandemia.
En conclusión, el llamado de CANACAP para que se implementen incentivos fiscales para el transporte eléctrico resuena como una propuesta clave en el camino hacia un futuro más limpio y sostenible. El compromiso del gobierno con esta transición puede resultar en beneficios tangibles tanto para el medio ambiente como para el desarrollo económico del país. La atención hacia este tema es crucial, y su discusión podría ser el catalizador para una transformación significativa en la manera en que se transporta mercancía en México.
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