El fervor del Clásico Regio entre los equipos de fútbol Monterrey, los Rayados y los Tigres, trasciende las fronteras del estadio y se convierte en un fenómeno que estimula la economía local de la región. Según datos recientes, se prevé que este esperado enfrentamiento genere una derrama económica de alrededor de 400 millones de pesos. Esta cifra no solo refleja la pasión de los aficionados, sino también el impacto positivo que tiene el deporte en la ciudad.
Los analistas de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Monterrey (Canaco) han destacado que la jornada del Clásico aprovecha al máximo los recursos del sector comercial. Desde restaurantes y bares hasta tiendas especializadas en artículos deportivos, cada rincón de la ciudad se ve beneficiado por el flujo de aficionados que, atraídos por el partido, se preparan para vivir una experiencia única.
El evento, programado para un ambiente festivo en la casa de uno de los equipos, activará una cadena de consumo que va más allá del simple acto de asistir al partido. Los días previos se suelen ver incrementos significativos en las ventas de establecimientos destinados a la gastronomía, así como en el sector hotelero, donde la ocupación suele alcanzar niveles altos gracias a la llegada de aficionados de otras regiones del país.
Adicionalmente, el fenómeno del Clásico no solo se limita a lo deportivo. Este evento se convierte en una celebración que une a miles de personas, generando un sentimiento de comunidad y pertenencia. Las actividades previas al juego, como parrilladas y reuniones entre amigos, son fundamentales en la cultura de los seguidores, donde el fútbol actúa como catalizador de relaciones sociales.
Esta oportunidad económica se encuentra también acompañada de consideraciones de seguridad y logística, ya que el aumento en la afluencia de personas requiere de una planificación adecuada por parte de las autoridades locales para garantizar la comodidad y protección de todos los asistentes.
A medida que se acerca el gran día, la expectativa crece entre los seguidores, y las redes sociales son testigo del fervor que envuelve a ambas aficiones. Este ecosistema dinámico en torno al Clásico Regio destaca cómo un evento deportivo puede alinearse de manera efectiva con el desarrollo económico de una ciudad, demostrando que el amor por el fútbol puede generar beneficios que impactan en el bienestar general de la comunidad.
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