La reciente firma de un convenio entre la Secretaría de Bienestar y el IMSS-Bienestar marca un paso significativo en la atención a la salud de la población más vulnerable en México. Este acuerdo, que tuvo lugar en San Luis Potosí y contó con la presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo como testigo de honor, se enmarca en el ambicioso programa “Salud Casa por Casa”, diseñado para llevar servicios de salud directamente a los hogares de los beneficiarios.
Este programa busca fortalecer la atención médica a más de 8.5 millones de adultos mayores y personas con discapacidad que se benefician de las Pensiones para el Bienestar. La secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, subrayó la importancia de esta iniciativa, al afirmar que permite “estar cerca de la gente” y que los beneficiarios son el “alma y motor de nuestro proyecto de nación”. Esta declaración resalta el enfoque inclusivo y centrado en los derechos humanos que caracteriza a la Cuarta Transformación.
En su primera etapa, el programa implementará el Censo de Salud y Bienestar, que recopila información vital sobre el estado de salud y los aspectos socioeconómicos de los beneficiarios. La estrategia se complementa con visitas de médicos que crearán expedientes clínicos digitales para cada individuo, un avance que promete modernizar la gestión de la atención sanitaria en informacion.center.
Montiel enfatizó que el objetivo del programa es esencialmente preventivo, orientado a detectar y prevenir enfermedades tanto en el presente como en el futuro. Esto se considera crucial para los dos grupos prioritarios: adultos mayores y personas con discapacidad, quienes enfrentan desafíos significativos en su acceso a servicios de salud.
El director del IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch Pérez, también participó en esta significativa firma, reafirmando el compromiso del gobierno por consolidar la atención médica domiciliaria como un componente fundamental de un sistema de bienestar más robusto. La colaboración establece un hito en la construcción de un sistema de salud que prioriza la prevención y promueve el bienestar integral de la población.
Este desarrollo no solo representa un avance en las políticas de salud en México, sino que también muestra la profunda responsabilidad del gobierno al buscar garantizar una atención accesible y de calidad a quienes más lo necesitan. La firma de este convenio no solo es un acto administrativo; es un paso hacia un futuro en el que la salud y el bienestar de los ciudadanos son el centro de la acción gubernamental.
A través de iniciativas como “Salud Casa por Casa”, se está comenzando a establecer un nuevo estándar en la atención sanitaria, donde la proximidad y el enfoque en las necesidades de la población más vulnerable son la prioridad. Con este enfoque, el gobierno se compromete a crear un sistema de salud más justo y equitativo, alineado con las necesidades de sus ciudadanos.
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