El Grupo BBVA obtuvo en 2021 un beneficio atribuido de 4.653 millones de euros, más del triple que hace un año, cuando las ganancias sufrieron el impacto de la pandemia y se quedaron en 1.305 millones, y por encima de 2019, antes de la llegada del virus. El banco batió en esos 12 meses su récord histórico en captación de clientes, añadiendo 8,7 millones. Y se benefició del crecimiento de los márgenes bancarios y de la reducción de las provisiones, menos necesarias en ese ejercicio que en el del estallido de la crisis sanitaria: las pérdidas por deterioro de activos financieros cayeron a 3.034 millones (un 41,4% menos), y las dotaciones a provisiones a 262 millones (un 75,9% más bajas).
El beneficio recurrente (excluyendo los beneficios en la filial de EE UU, vendida en junio pasado, y los costes de los despidos y el cierre de oficinas en España) fue de 5.069 millones, un 95,5% más que un año antes, y el más alto de los últimos 10 años. “Esto ha sido posible por la recuperación de la actividad, que se ha traducido en un incremento significativo de nuestros ingresos, y en unas menores provisiones”, ha señalado el presidente del BBVA, Carlos Torres. Las acciones del BBVA caían un 3% mediada la sesión en el Ibex 35, el peor valor del índice, aunque en lo que va de año sus títulos acumulan una subida del 6%. “No es la primera vez que puede haber una reacción negativa que luego el mercado va corrigiendo”, apuntó Torres al respecto.
México fue una vez más el motor del grupo. El beneficio en ese país, de 2.568 millones, mejoró un 45,8%, y supone el 45% del total. Es decir, el resultado de México es superior al que logra conjuntamente en España (1.581 millones, un 142,6% más) y Turquía (740 millones, el 31,3% más, afectada por la depreciación de la lira un 40%), las otras dos áreas geográficas donde el banco es más potente, que suman juntas un 41% —el 28% España y el 13% Turquía—. En su cuarta gran zona de influencia, América del Sur, el beneficio fue de 491 millones, un 10,1% más.
Durante la conferencia de analistas, el consejero delegado del BBVA, Onur Genç, ha eludido comentar si participarán en el proceso de venta de Banamex, la filial mexicana de Citigroup, en el que sí tomará parte el Banco Santander, y que podría alterar la jerarquía de poderes en el sector. “Pase lo que pase, compre quien compre, seguiremos invirtiendo en México”, aseguró Genç. En la rueda de prensa posterior, Torres dio alguna pista más. “Cualquier operación en mercados atractivos la miramos, la analizamos. Seguro que miraremos si hay posibilidad de hacer alguna cosa”, dijo. Todavía se desconocen exactamente qué partes del negocio de Banamex saldrán a la venta.
El presidente del banco lamentó la prórroga de seis meses, por parte del juez que indaga los encargos que realizó el BBVA —entidad investigada en el caso— al comisario jubilado José Manuel Villarejo. La Audiencia Nacional tomará declaración a 14 personas, entre testigos e investigados, además de practicar otras diligencias. “La instrucción se abrió en 2018, y estamos en 2022″, afirmó acerca de unas pesquisas que estima se han alargado demasiado. Torres defendió que han cooperado en todo momento con la justicia. “Es difícil colaborar de una manera más intensa”. En el pasado, el juez y la Fiscalía recriminaron al BBVA su falta de colaboración con la investigación.
Sobre los problemas de los mayores para adaptarse a las herramientas digitales de la banca, cuyo funcionamiento les resulta en ocasiones demasiado complejo y les impide operar con sus cuentas, Torres explicó que el BBVA participará del plan que están preparando las entidades financieras tras la exigencia del Gobierno a las patronales de que deben ofrecer soluciones. E insistió en que son conscientes del problema desde hace tiempo, y ya han tomado medidas como agentes, banqueros de gestión remota y cursos de formación.
Volviendo a los resultados, la entidad ha resaltado que el pasado ejercicio fue el mejor en España de los últimos 11 años, gracias en parte al crecimiento de los ingresos por comisiones (un 21,5% más), a la recuperación de la actividad y a los mayores ingresos en seguros y operaciones financieras. La morosidad en España se situó en el 4,2%, algo más alta que en México, pero por debajo de la que registra en Turquía, donde ha repuntado del 6,6% al 7,1%. La tasa de mora en todo el grupo acabó el año en el 4,1%, una décima más baja. Y la tasa de cobertura empeoró, al pasar del 82% al 75%.
Pago de dividendos
El banco dedicará parte de los beneficios a mejorar la retribución al accionista. Entregará con cargo a 2021 un dividendo de 31 céntimos por acción: ocho céntimos que ya pagó en octubre y otros 23 céntimos que tiene previsto repartir a través de un dividendo adicional en abril. Se trata del mayor pago de este tipo en efectivo de los últimos 10 años, y deja la porción del beneficio que dedica al retribuir al accionista en el 44%. En paralelo, tiene en marcha un programa de recompra de acciones por un importe máximo de 3.500 millones, de los que ya ha ejecutado el 60% del primer tramo de 1.500 millones. El segundo, de 2.000 millones, comenzará al terminar el anterior, y finalizará antes de mediados de octubre.
La citada caída de los saneamientos crediticios por la mejoría de la situación económica ha permitido que el beneficio del cuarto trimestre, de 1.341 millones, baste por sí solo para superar el obtenido en todo 2020. Es un 84% más que en el mismo trimestre de ese año, aunque desacelera ligeramente frente al tercero de 2021, cuando ganó 1.400 millones.
El margen de intereses subió en 2021 un 0,6% hasta los 14.686 millones, la cifra bruta de préstamos y anticipos a la clientela se incrementó un 2,1% con respecto al cierre de diciembre de 2020, hasta 330.055 millones de euros, y los recursos de clientes crecieron un 4,5%, hasta 465.529 millones de euros. Los bajos tipos de interés, que han hundido la rentabilidad de los depósitos, han provocado que los clientes se decanten por depósitos a la vista y fondos de inversión (que crecen un 15,3%), frente a los depósitos a plazo que disminuyen un 27,2%.
Las comisiones sumaron a la facturación del grupo un 15,6% más, alcanzando un total de 4.765 millones, mientras que el RoTE, que mide la rentabilidad sin tener en cuenta los fondos de comercio, fue del 12%. El ratio de eficiencia —mejor cuanto más bajo sea— empeora una décima y es del 45,2%, “el mejor de las entidades europeas comparables”, según el banco. Para 2024, el BBVA tiene como objetivo elevar el RoTE al 14% y mejorar la eficiencia al 42%. En cuanto a la solvencia medida por el ratio de capital de máxima calidad, el denominado CET 1 fully loaded, se situó en el 12,75%, por encima del rango objetivo del grupo, de entre el 11,5 y el 12%, y muy por encima del 11,73% de 2020.
El BBVA cuenta en todo el mundo con 81,7 millones de clientes, y en pleno proceso de digitalización del sector, sigue reduciendo tanto su plantilla como sus sucursales. Cuenta con 110.432 empleados (casi 13.000 menos que hace un año), y 6.083 oficinas, 1.350 menos que a cierre de 2020.
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