En un contexto de creciente preocupación por la gestión de los recursos hídricos en México, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) ha hecho un llamado contundente a las autoridades para garantizar certeza y transparencia en la revisión de los contratos relacionados con el agua. Este tema cobra relevancia no solo para el sector agrícola, sino para la economía en su conjunto, dado que el agua es un recurso esencial para la producción de alimentos, la industria y el bienestar de la población.
La agricultura, que representa un pilar fundamental de la economía mexicana, depende en gran medida de la disponibilidad y de la gestión adecuada del agua. En este sentido, el CNA ha expresado su preocupación sobre la falta de claridad en los procesos de revisión de estos contratos, los cuales son vitales para asegurar el suministro continuo y la calidad del agua que requieren los productores agrícolas. Esta incertidumbre puede derivar en efectos adversos para la producción, afectando cadenas de suministro y, en última instancia, los precios de los alimentos en el mercado.
Además, el contexto global en relación al agua ha cambiado drásticamente en los últimos años, donde los fenómenos climáticos, como sequías y lluvias extremas, han hecho que su manejo se vuelva aún más crítico. La sostenibilidad y el uso eficiente del agua no solo son esenciales para el sector agropecuario, sino que también son cuestiones de responsabilidad ambiental que exigen una atención inmediata.
El CNA subraya la necesidad de políticas claras y congruentes que aseguren que los contratos de agua respeten los derechos de los agricultores y fomenten prácticas sostenibles. La falta de regulación o de previsibilidad en la materia podría llevar a conflictos entre los diferentes usuarios del agua, generando tensiones que complicarían aún más la situación agraria del país.
Este llamado no se limita a un procedimiento administrativo; implica un compromiso con el desarrollo agrícola responsable y sostenible. La revisión de estos contratos debe ser un proceso transparente, que involucre a todos los actores interesados para evitar la percepción de arbitrariedad que podría desalentar la inversión en el sector y afectar la seguridad alimentaria de México.
Con la población en crecimiento y un contexto cambiante por el cambio climático, es crucial que se tomen medidas proactivas para enfrentar estos desafíos. La gestión del agua debe entenderse como una prioridad nacional, ofreciendo un marco legal que asegure no solo el acceso equitativo al recurso, sino también su conservación y uso responsable. Este es un momento decisivo para fortalecer el diálogo entre el gobierno y los actores del sector agropecuario, priorizando el bienestar de todos los mexicanos.
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