El reciente proceso electoral ha puesto de relieve la gran influencia que ejercen la Suprema Corte de Justicia y el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial en el contexto político actual. Este tribunal, que sustituye al Consejo de la Judicatura Federal, será un órgano sin la presidencia de un ministro de la Corte, lo que marca un cambio notable en la estructura del sistema judicial mexicano.
Los resultados emitidos por el Instituto Nacional Electoral (INE) revelan que no solo la oposición quedó relegada al no participar en estas elecciones, sino que dentro de Morena, el grupo liderado por el ministro en retiro Arturo Zaldívar ha sido el gran vencedor. Entre las figuras clave ratificadas se encuentran tres ministras: Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, junto a tres consejeros: Celia Maya, Verónica de Gyvés y Bernardo Bátiz, quienes seguirán ocupando sus cargos tras la elección.
Además, los candidatos promovidos por el Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo, bajo la dirección de Zaldívar, han consolidado su posición. Entre ellos destacan abogados reconocidos, como Irving Espinosa Betanzo, Giovanni Figueroa Mejía, Arístides Guerrero García, María Estela Ríos y el nuevo ministro presidente, Hugo Aguilar Ortiz, quien tiene su origen en Oaxaca.
El Tribunal de Disciplina Judicial también ha sido configurado en función de estos resultados, con Rufino H. León e Indira García Pérez como nuevos integrantes. Ambos fueron seleccionados por el Comité dirigido por Zaldívar, lo que refuerza la cohesión de este nuevo aparato judicial.
Este arrasador triunfo en los dos órganos del nuevo Poder Judicial refuerza el dominio de la Cuarta Transformación, dejando de lado a ciertos operativos de carrera judicial que se asociaban a la presidenta de la Corte, Norma Piña. Además, se destaca la labor de la abogada Sara Irene Herrerías Guerra, quien se convierte en ministra de la Corte gracias a la doble promoción de figuras como Alejandro Gertz Manero y Zaldívar, asegurando su puesto por múltiples vías.
Con estos movimientos, Zaldívar también amplía su influencia en las decisiones del Poder Judicial, preparándose para nuevas reconfiguraciones políticas. Hay especulaciones sobre el uso de su renovado poder para eventualmente sustituir a Gertz Manero en la Fiscalía General de la República, quien aún tiene un tiempo limitado en su puesto.
Este desarrollo en la estructura del sistema judicial mexicano no solo presenta una nueva etapa en la administración de justicia, sino que también marca un cambio significativo en la relación entre los distintos poderes del Estado. La atención ahora se dirige a cómo estas decisiones influirán en el panorama político y judicial del país en los años venideros.
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