Un incidente sorprendente tuvo lugar recientemente en el Centro Pompidou de Metz, Francia, donde una obra del reconocido artista italiano Maurizio Cattelan fue objeto de un peculiar altercado. Un visitante, en un desafortunado giro de eventos, mordió una banana que estaba pegada con cinta adhesiva a la pared, una pieza de arte valorada en millones de dólares.
El museo, que se especializa en el arte contemporáneo, informó que su equipo de vigilancia actuó de manera rápida y efectiva, siguiendo los protocolos establecidos, logrando que la obra permaneciera intacta. Según un comunicado del museo, la banana se reemplaza regularmente, ya que es un objeto perecedero, en cumplimiento de las instrucciones artísticas.
Cattelan, conocido por su provocador estilo y su capacidad para desafiar las normas del arte, expresó su pesar ante la confusión del visitante, quien aparentemente no comprendió la naturaleza conceptual de la obra. En lugar de devorar la banana con su envoltura adhesiva, el visitante decidió simplemente consumir la fruta.
Este no es el primer incidente relacionado con la obra “Comedian”. Desde su debut en 2019 en Miami, ha causado revuelo, especialmente cuando otro artista decidió comerse la banana para criticar su elevado precio, que en ese momento era de 120,000 dólares. Además, el empresario chino-estadounidense Justin Sun también se sumó a la controversia, devorando una de las piezas durante una rueda de prensa, afirmando que era “mucho mejor que las otras bananas”.
Afortunadamente, según el diario local Le Républicain lorrain, no se han presentado denuncias por este último episodio, dejando en claro que la obra sigue siendo un tema de discusión sobre el valor del arte en el contexto contemporáneo. Con tres ejemplares disponibles, la creación de Cattelan continúa desafiando la percepción convencional del arte y su apreciación en la sociedad actual.
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