El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emitió un fallo en el que determinó que la alcaldesa de Álvaro Obregón, Layda Sansores, cometió calumnia al llamar “traidor a la patria” a Alito Moreno, presidente del PRI. Este fallo se dio como resultado de una denuncia presentada por Moreno en contra de Sansores por difamación.
El TEPJF determinó que las declaraciones de Sansores no estaban respaldadas por pruebas suficientes que demostraran la veracidad de sus acusaciones, por lo que se consideraron como calumnias. En su resolución, el Tribunal resaltó la importancia de que los actores políticos se conduzcan con responsabilidad y apego a la verdad al hacer declaraciones de este tipo, especialmente en un contexto político polarizado.
Por su parte, la alcaldesa Layda Sansores ha manifestado que acatará la resolución del TEPJF y se ha comprometido a cuidar sus palabras en el futuro. Este episodio pone de manifiesto la importancia de la mesura y la prudencia en el discurso político, así como la necesidad de evitar el uso de acusaciones infundadas que puedan generar división y confrontación entre actores políticos.
Es fundamental recordar que el respeto a la legalidad y la ética en el ámbito político son pilares fundamentales para el funcionamiento democrático de una sociedad. En este sentido, la resolución del TEPJF busca enviar un mensaje claro sobre la necesidad de evitar el uso de descalificaciones sin sustento y promover un debate político basado en argumentos sólidos y respeto mutuo.
En conclusión, el fallo del TEPJF en el caso de Layda Sansores y Alito Moreno destaca la importancia de la responsabilidad en el discurso público y la necesidad de garantizar que las declaraciones de los actores políticos estén respaldadas por pruebas concretas. Este episodio nos invita a reflexionar sobre la importancia de construir un entorno político basado en el respeto, la honestidad y el diálogo constructivo.
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