La reciente controversia en torno a la ley de telecomunicaciones impulsada por la administración de Claudia Sheinbaum ha captado la atención del público y encendido el debate político. La presidenta, en su habitual conferencia de prensa, confirmó la eliminación del controvertido artículo 142, que había suscitado fuertes críticas por parte de la oposición. “No he llegado a la presidencia para promover la censura”, aseveró Sheinbaum, reiterando su compromiso con la libertad de expresión.
La nueva legislación busca regular las telecomunicaciones y fortalecer el derecho de las audiencias, elementos esenciales en el desarrollo de una sociedad informada y competitiva. Sin embargo, la oposición, compuesta por partidos como el PRI, PAN y Movimiento Ciudadano, había tachado el artículo 142 de representar un riesgo latente de censura y control de las redes sociales.
Ante las crecientes críticas, la mandataria anunció la postergación del tratamiento de la ley en el Congreso para revisar su contenido. El director de la Agencia de Transformación Digital, José Merino, tiene la tarea de presentar en los próximos días los alcances de la iniciativa, con la esperanza de que se apruebe en las cámaras legislativas antes de finalizar el mes.
Con la eliminación del artículo en cuestión, Sheinbaum expresó su respaldo a la oposición en su rechazo a la censura: “Qué bueno que la oposición esté en contra de la censura porque esta ley no plantea eso”. Esta afirmación resuena en un contexto donde la libertad de expresión se considera un pilar fundamental para el desarrollo democrático.
Los próximos días serán cruciales, ya que la discusión sobre la ley de telecomunicaciones reintegrará la atención de representantes y ciudadanos, quienes esperan que se mantenga el equilibrio entre regulación y libertad. Este es un momento decisivo para el futuro de las telecomunicaciones en informacion.center y su impacto en la vida diaria de los ciudadanos.
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