En un contexto de creciente incertidumbre económica y tensiones comerciales, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha hecho un llamado a los países socios de América del Norte para establecer un enfoque colaborativo en la aplicación de aranceles y regulaciones comerciales. Este pronunciamiento se produce en un momento clave en el que la cooperación regional y la integración económica son más relevantes que nunca.
Sheinbaum subrayó la importancia de no solo atender las cuestiones arancelarias, sino también de trabajar en un marco regulatorio que facilite el comercio y fomente el desarrollo económico a lo largo de la región. La propuesta se alinea con los esfuerzos de integración presentes en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que busca eliminar barreras comerciales y alentar un ambiente propicio para las inversiones.
La mandataria enfatizó que estos esfuerzos no solo benefician a las naciones involucradas, sino que también fortalecen la competitividad del continente americano en el escenario global. A medida que los cambios en las dinámicas económicas mundiales, impulsados por la digitalización y la sostenibilidad, se intensifican, la importancia de un marco comercial flexible y cooperativo se vuelve crucial para enfrentar desafíos comunes y potencializar oportunidades de crecimiento.
En este sentido, la colaboración se extiende más allá de los aranceles. Sheinbaum propuso trabajar en conjunto para promover iniciativas que impulsen la innovación, el comercio justo y el desarrollo sustentable, vitales para alcanzar un crecimiento inclusivo y equilibrado en América del Norte. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de potenciar cadenas de suministro que beneficien a los países involucrados, maximizando la eficiencia y reduciendo costos que puedan trasladarse al consumidor final.
Este llamado a la acción resuena en un panorama donde los conflictos comerciales han llevado a un aumento de los costos y la incertidumbre. La cooperación en términos de aranceles y regulaciones se presenta como una estrategia clave para mitigar estos efectos, asegurando así un comercio más fluido entre las naciones y beneficiando a sectores como la manufactura y los servicios.
En conclusión, la propuesta de Sheinbaum plantea un camino hacia la colaboración entre socios comerciales en América del Norte, destacando la importancia de un enfoque conjunto que fortalezca el comercio y la inversión. En un mundo cada vez más interconectado, estas acciones podrían ser un paso decisivo para navegar por los desafíos económicos presentes y futuros, favoreciendo no solo a México, sino a toda la región.
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