En medio de la creciente preocupación por los desastres naturales que azotan al territorio mexicano, senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) han solicitado de manera formal la reactivación del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN). Este fondo, conocido por su papel esencial en la atención y recuperación ante emergencias, fue disuelto en 2020, lo que ha generado un intenso debate sobre la capacidad del Estado para hacer frente a las crisis provocadas por fenómenos naturales.
Históricamente, el FONDEN ha servido como un mecanismo crucial para canalizar recursos hacia las zonas afectadas, permitiendo a los gobiernos locales y federales responder de manera ágil y efectiva ante situaciones críticas. Con el cambio climático intensificando los efectos de desastres como huracanes, inundaciones y terremotos, la reinstauración de este fondo es vista como una medida indispensable para salvaguardar la seguridad y el bienestar de la población.
Los senadores del PRI, aludiendo a la insuficiencia de los recursos actuales y a los retrasos en las ayudas estatales ante calamidades recientes, han abordado la necesidad de contar con un esquema financiero sólido que permita una respuesta inmediata. Este reclamo se torna pertinente en el contexto donde diversas entidades han sido golpeadas por fenómenos meteorológicos severos en lo que va del año, dejando a muchas comunidades en situaciones vulnerables.
Además, la falta de un fondo robusto ha expuesto a lagunas en la recuperación post-desastre, afectando no solo a la infraestructura, sino también a los medios de vida de miles de familias. Los críticos del gobierno actual han hecho eco de la urgencia de restablecer el FONDEN, argumentando que la implementación de un fondo de emergencia es clave para la resiliencia en un país que enfrenta cada vez más desafíos ambientales.
Este llamado por parte de los senadores se alinea con la preocupación creciente de la población, que demanda una mayor atención a las políticas de gestión de riesgos y una asignación adecuada de recursos frente a la inminente llegada de temporadas de lluvias y huracanes. La reinstauración del FONDEN no solo busca optimizar la reacción ante desastres, sino también fomentar una cultura de prevención y mitigación de riesgos, la cual es esencial para proteger a las comunidades más vulnerables.
Con este trasfondo, es evidente que el retorno del FONDEN podría ser un paso crucial hacia una política más eficiente y humana en la gestión de desastres en México, y representa una oportunidad para reforzar las capacidades del país ante un futuro incierto marcado por el cambio climático. La conversación continúa en el ámbito político y social, mientras ciudadanos y legisladores trabajan juntos para crear un marco más robusto que garantice la seguridad en tiempos de crisis.
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