En las últimas elecciones municipales de Veracruz, el Partido del Trabajo (PT) ha tomado una decisión que los distancia notablemente de su alianza con Morena: optar por competir de manera independiente en lugar de unirse al partido oficialista. Esta estrategia ha generado controversia y ha puesto en evidencia las tensiones internas dentro de la Cuarta Transformación (4T), donde comienzan a surgir fricciones entre los aliados.
Recientemente, el PT anunció la candidatura de la diputada federal Diana Karina Barreras para la alcaldía de Hermosillo, Sonora. Este anuncio se realizó en el contexto de su primer informe de gestión en San Lázaro, aunque los asistentes sabían que era, en efecto, el lanzamiento de su campaña electoral. Barreras busca suceder al panista Antonio Astiazarán Gutiérrez, lo que resalta la creciente ambición del PT a nivel local, en un Estado que es esencial para la 4T, ya que tanto el gobernador Alfonso Durazo como la presidenta Claudia Sheinbaum impulsan nuevas reglas para las candidaturas de 2027.
La complejidad de esta situación se intensifica al considerar que Barreras es la esposa de Sergio Gutiérrez Luna, el actual presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Su candidatura ha sido interpretada por algunos como un indicio de “fuego amigo” dentro de la alianza oficialista, lo que podría tener repercusiones significativas para el futuro del movimiento.
Asimismo, el ambiente de tensión no es exclusivo de Sonora. En Baja California Sur, el PT también ha anunciado a su propio candidato, el alcalde de Los Cabos, Christian Agúndez Gómez, para la gubernatura de ese Estado. Estas acciones apuntan a un crecimiento del PT en regiones clave, algo que preocupa a los líderes morenistas, quienes deben abordar las nuevas ambiciones políticas y las declaraciones del coordinador petista en la Cámara de Diputados, Reginaldo Sandoval.
La presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, ha expresado su preocupación por este tipo de lanzamientos, afirmando que es crucial que el oficialismo respete los tiempos y formas electorales en el camino hacia las elecciones de 2027. Mientras se acerca gradualmente la próxima cita electoral, el llamado a un respeto por las reglas establecidas se vuelve más urgente.
Con todos estos elementos en juego, la 4T se enfrenta a un panorama que aboga por la unidad, pero que está siendo desafiado por las asperezas y la ambición de sus miembros, lo que podría cambiar de manera drástica el curso del movimiento en los años por venir.
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