A 50 años de la masacre del 10 de junio de 1971, conocida como el “Halconazo”, un grupo de manifestantes encabezados por integrantes del Comité 68 protestaron y vandalizaron la casa del ex presidente Luis Echeverría Álvarez en San Jerónimo Lídice, en la Alcaldía Magdalena Contreras.
A su llegada realizaron pintas en el pavimento, tapizaron el portón de la casa con pegotes que decían: “Genocida Cerca”; “A 50 años, todos a la casa del genocida. Ni perdón ni olvido”, “Juicio a Echeverría”.
A grito abierto dijeron: “castigo al genocida”, “castigo a Echeverría”. También colocaron una gran manta en una barda de su casa con la leyenda: Genocida. Aunque te alcance la muerte, ¡Nunca descanses en paz!.
Además de las pintas, rompieron las ventanas de la vivienda del ex presidente, para exigir justicia por la muerte de los estudiantes en la protesta del 10 junio de 1971.
En la protesta, arrojaron piedras y huevos a las ventanas de la biblioteca, del ex presidente de 99 años de edad.
En ese marco se realizó un mitin, donde recordaron a los caídos del 68 y 71, donde “La Nacha” una de las integrantes del movimiento del 68 denunció que ella, junto con “La Tita” estuvieron presas en la cárcel de Santa Martha Acatitla y pese a que nunca se les reconoció, fueron presas políticas.
Hoy a 50 años, exigimos justicia, que el Estado mexicano promuevan ante las autoridades encargadas de procuración de justicia, la reapertura del juicio contra el ex presidente Echeverría Álvarez y de más cómplices en esa masacre y las que le siguieron en el periodo de la Guerra Sucia
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