El invierno ha llegado y, aunque puede que no traiga consigo paisajes de ensueño cubiertos de nieve o temperaturas gélidas en todas partes, el aire frío que sopla de manera sutil nos invita a abrigarnos con suéteres cálidos y productos que hidratantes para la piel. En países como México, Perú y Colombia, donde las temperaturas varían entre las mañanas frescas y los mediodías calurosos, se produce un verdadero caos para nuestra piel. Esta inestabilidad climática puede afectar gravemente incluso a los productos más fiables en el cuidado dérmico.
La doctora Bushra Mir, médico estético, explica que estos cambios drásticos en temperatura afectan la capacidad de la piel para retener humedad. La humedad disminuye, la pérdida de agua se incrementa y la barrera lipídica se torna más vulnerable. Como resultado, se desencadena sequedad, falta de luminosidad y sensibilidad, que se pueden presentar incluso en personas con piel normalmente equilibrada o grasa. La mayoría de los inconvenientes cutáneos durante el invierno son consecuencia de la deshidratación, más que de la resequedad en sí.
Cuando la barrera protectora de la piel se ve comprometida, independientemente del tipo de piel, la textura puede tornarse tirante, áspera y sensible, lo que lleva a muchas personas a experimentar descamación, irritación y brotes de eccema en estos meses más fríos, señala la doctora Aliaa Ahmed, especialista en rejuvenecimiento cutáneo. Durante el invierno, la piel podría no adaptarse adecuadamente al paso del aire frío a espacios calefaccionados y después al aire acondicionado, lo que agrava la pérdida de humedad.
Con la llegada de esta estación, es esencial tener presente ciertos productos de belleza que podrían resultar perjudiciales:
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AHA o ácidos glicólicos fuertes: Este componente, muy buscado por sus cualidades exfoliantes, puede deshidratar y aumentar la sensibilidad de la piel en invierno. La doctora Mir advierte que, debido a que la barrera cutánea es más vulnerable, el ácido glicólico actúa más rápidamente y puede producir irritación. Alternativamente, se sugiere utilizar ácido láctico o PHAs, que ofrecen una exfoliación más suave.
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Retinoides fuertes: Aunque son conocidos por su capacidad para promover la renovación celular, su uso en invierno podría resultar en descamación y malestar, sobre todo en climas secos. La doctora Ahmed aconseja continuar utilizando retinoides, pero con menor frecuencia o combinándolos con una crema hidratante para mitigar la irritación.
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Limpiadores espumosos con sulfatos: Estos productos son notorios por despojar a la piel de sus lípidos naturales, provocando una sensación de tirantez. Durante el invierno, su uso podría llevar a una mayor irritación, como menciona la doctora Mir.
Es crucial adaptar nuestra rutina de cuidado de la piel para las condiciones invernales y evitar estos productos resbaladizos que podrían perjudicar la salud dérmica. Mantente atento a las necesidades de tu piel en esta temporada y considera incorporar alternativas menos agresivas para mantenerla radiante y saludable.
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