El fotógrafo argentino Gabriel Piko, autor de las imágenes de Luis Rey que hasta hoy se conocían, nos contó hace tiempo la odisea que vivió para tomarlas en Barcelona, España, y su encuentro con Luis Miguel.
TEXTO: ALEJANDRO SALAZAR HERNÁNDEZ
En un acto por demás ruin, alguien intenta lucrar con uno de los momentos más dolorosos en la vida de Luis Miguel: imágenes de Luis Rey en fase terminal, intubado y en su lecho de muerte, misma que ocurrió el 9 de diciembre de 1992.
La semana pasada trascendió que se ofrecen nuevamente estas fotografías al mejor postor.
Ya había ocurrido en 2018. Las únicas imágenes que de ese momento existen fueron captadas por el fotógrafo argentino Gabriel Piko quien, contratado por la revista Gente (donde fueron publicadas en su edición del 17 de diciembre de 1992), tuvo la encomienda de investigar en Barcelona, España, dónde estaba internado el malogrado cantante español y aguardar la llegada de Luis Miguel para despedirse de su padre.
Ocurrido el deceso, enfrentó la experiencia de que, afuera del hospital, El Sol buscara consuelo en sus brazos.
Además, se sabe que fue el único periodista que penetró a la intimidad del funeral y captó uno de los momentos más difíciles en la vida del cantante.
De ambas experiencias nos habló en entrevista Gabriel Piko hace algunos meses, y nos detalló el contenido de las mismas.
Gabriel, ¿cómo se da la encomienda de indagar sobre el paradero y estado de salud de Luisito Rey?
“Yo residía entonces en Barcelona y trabajaba para una agencia francesa. Había hecho la cobertura de los Juegos Olímpicos de 1992 y realizaba temas de realeza y política. Tenía también colaboraciones para la Editorial Francia, de Buenos Aires.
“Entonces me avisaron que Luis Rey, padre de Luis Miguel, estaba internado muy grave en un hospital de la ciudad. Muy desconectado de la realidad latinoamericana, pregunté quién era Luis Miguel; yo lo ignoraba y estaba ajeno al éxito de él en América, pues yo venía de trabajar en Medio Oriente, que es otra cultura.
Te metiste literalmente hasta la cocina. Cuando tomas la foto de Luis Rey en terapia intensiva, ¿nadie se percató?
“Sí, las fotos las hice con flash.
¿Y nadie dijo nada?
“No, nadie reparó. No supe quién era la persona que estaba junto a mí; fuera de ella, no había nadie más y yo era el único periodista. Como que de alguna manera también me recibieron, porque alguien se interesó en que se ventilara el tema.
Alguna ocasión confesaste haberte arrepentido de tomar esa foto; imaginamos por qué, pero danos tu razón personal…
“Quizás el momento en que sentí ese arrepentimiento estuvo vinculado a no saber hasta dónde tenemos que mostrar la privacidad de la gente. Pero, por otro lado, me parece que es un testimonio periodístico que, contrario a lo que se presentó en la serie, muestra claramente que Luis Miguel nunca pudo hablar con su padre en el lecho de muerte; llegó tiempo después de que su padre fallece. Me dolió mucho que la serie lo cuente de otra manera; como el hijo que se va del lecho de muerte de su padre enojado con él.
UN FOTÓGRAFO MULTIFACÉTICO
Gabriel Piko (Argentina, 1961) se inició en la fotografía en 1987, y no se atreve a destacar un trabajo notable.
“Siempre he sido reacio a hacerlo. Soy un fotógrafo multifacético que pasó por distintas etapas y vertientes de la fotografía, pero siempre en el ámbito periodístico. Trabajé en la agencia internacional France Press cubriendo la guerra de Medio Oriente, y de ahí a las revistas del corazón. Ahora en Argentina trabajo en deportes, soy editor fotográfico de un diario japonés.
“Trabajé como corresponsal fotográfico de la revista Time, publiqué en The New York Times, The Washington Post. También fui fotógrafo de la vida de Diego Armando Maradona, cuando él estuvo en España; con él tengo sólo una foto, y eso porque me pidió que nos la sacaran”.
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Esta nota contiene información de varias fuentes en cooperación con dichos medios de comunicación.
