En la capital guerrerense, Chilpancingo, un grupo de valientes reporteras ha tomado las calles para alzar la voz en defensa de su labor y exigir un ambiente más seguro y respetuoso para las mujeres en el periodismo. Esta manifestación, que se llevó a cabo recientemente, se enmarca en un contexto de creciente preocupación por la violencia que enfrenta el ejercicio del periodismo en México, un país donde la información es vulnerable y quienes la difunden, especialmente las mujeres, se encuentran cada vez más expuestas a riesgos.
La movilización forma parte de una serie de acciones que buscan visibilizar la problemática de los ataques dirigidos hacia periodistas, así como la falta de garantías para el ejercicio libre y seguro de la profesión. Las participantes, portando pancartas con lemas contundentes, reclamaron el derecho a informar sin temor a represalias y señalaron que el respeto hacia su labor es fundamental para la democracia y el acceso a la información veraz.
Durante la marcha, las reporteras recordaron que en los últimos años han sido víctimas de acosos, amenazas e incluso agresiones físicas, lo que pone de manifiesto un clima de hostigamiento que no solo afecta a quienes se dedican al periodismo, sino que repercute en la sociedad en su conjunto. Las afectadas destacaron la importancia de que se implementen políticas efectivas para proteger a los comunicadores y de que se erradique la cultura de impunidad que prevalece en muchos casos de agresión.
El movimiento también sirvió como plataforma para reafirmar el compromiso de las mujeres en el periodismo, quienes, a pesar de las adversidades, continúan en su lucha por la verdad y la justicia. Las reporteras exigieron a las autoridades locales y federales no solo un compromiso verbal, sino acciones concretas que garanticen su seguridad y la de todos los trabajadores de los medios de comunicación.
Además de la defensa del derecho a informar, la marcha fue un llamado a la solidaridad entre los diferentes sectores de la sociedad. La participación de aliados y organizaciones de derechos humanos fue fundamental para amplificar el mensaje de apoyo hacia las reporteras y contribuir a la construcción de un entorno más seguro para el ejercicio profesional.
Este tipo de manifestaciones son solo un ejemplo de cómo la comunidad periodística se está uniendo para combatir la violencia y el abuso. Al poner el foco en estas problemáticas, se busca no solo cambiar la narrativa sobre el periodismo en México, sino también inspirar a más mujeres a tomar su lugar en la industria y fortalecer así la voz de las mujeres en los medios.
La lucha por un periodismo seguro y respetuoso continúa, y cada paso que se da en este sentido es un avance hacia la construcción de una sociedad más informada y justa. Las reporteras de Chilpancingo y de todo México demostrarán, una vez más, que no se dejarán silenciar.
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