El Partido Liberal, liderado por Mark Carney, se perfila como el probable vencedor de las recientes elecciones parlamentarias en Canadá, según reportes de múltiples medios. La campaña electoral estuvo marcada por la tensión generada por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien reiteró sus amenazas de anexión, provocando reacciones de indignación en la población canadiense y una urgente necesidad de replantear las relaciones con Estados Unidos.
Las cadenas CBC y CTV News proyectaron que los liberales podrían formar el próximo gobierno, aunque permanece la incertidumbre sobre si conseguirán la mayoría en el Parlamento. Los ecos de la guerra comercial iniciada por Trump y sus declaraciones sobre la soberanía canadiense resonaron durante las elecciones, impulsando a Carney a centrar su campaña en un mensaje directo contra el mandatario estadounidense. Trump no dudó en instar a los votantes canadienses a optar por su homólogo conservador, Pierre Poilievre, sugiriendo que la integración con Estados Unidos podría ser una solución favorable al esbozar la posibilidad de cero aranceles si Canadá se convierte en el 51º estado estadounidense.
Carney, quien asumió el cargo de primer ministro hace apenas un mes tras la renuncia de Justin Trudeau, respondió con firmeza a las manifestaciones de Trump, afirmando que “esto es Canadá y nosotros decidimos lo que pasa aquí”. En la sede de los liberales en Ottawa, la anticipación era palpable, con multitudinarios aplausos ante las primeras proyecciones que auguraban una victoria; un exministro de Justicia se mostró optimista sobre la posibilidad de obtener la mayoría.
Las últimas encuestas previas a las elecciones mostraban un panorama ajustado, con un 42.8% de los votos proyectados para los liberales y un 39.2% para los conservadores. En este contexto, las opiniones entre los votantes fueron diversas. Algunos, como un ingeniero de 28 años en Montreal, decidieron apoyar a Carney a pesar de querer un cambio, reconociendo su fortaleza como una cualidad necesaria para afrontar la presión externa. Otros, como Kelsey Leschasin en Saskatchewan, manifestaron un deseo por un cambio radical del gobierno liberal.
Un elemento sorprendió a muchos: el 6 de enero, cuando Trudeau anunció su renuncia, los liberales estaban más de 20 puntos detrás en las encuestas, y Poilievre parecía preparar su ascenso al poder. Sin embargo, la presión de Trump y la escalada de las tensiones comerciales cambiaron el escenario electoral. Carney, con una carrera destacada en los bancos centrales de Canadá y el Reino Unido, hizo hincapié en su experiencia como un activo valioso para proteger a Canadá de las fluctuaciones arancelarias.
Mientras tanto, Poilievre se concentró en resaltar los problemas internos que hicieron a Trudeau impopular, especialmente el aumento del costo de la vida. Las proyecciones de escaños en el Parlamento sugieren que los liberales podrían lograr unos 200, con un umbral de 172 necesario para obtener la mayoría.
La información aquí presentada corresponde a la fecha de publicación original, 2025-04-28 21:58:00, y refleja un contexto electoral que resuena profundamente en la esfera política canadiense.
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