El reciente acuerdo entre Ovidio Guzmán López, hijo del infame Joaquín “El Chapo” Guzmán, y las autoridades judiciales de Estados Unidos marca un hito significativo en el ámbito del narcotráfico. Este acuerdo, que ha sido confirmado oficialmente, implica que Ovidio se declarará culpable de múltiples delitos relacionados con narcotráfico, lo que podría tener repercusiones monumentales en la política mexicana. Las audiencias programadas en Chicago, donde el hijo del líder criminal enfrenta serios cargos, tienen el potencial de generar un impacto inesperado en el tejido político del país.
Documentos oficiales de la Corte de Chicago, publicados por medios de comunicación relevantes, revelan que Ovidio, conocido como “El Ratón”, deberá enfrentarse a cargos significativos por organización criminal y narcotráfico. Esto ha llevado a la justicia estadounidense a cancelar su audiencia programada para el próximo lunes, ya que se ha fijado la declaración de culpabilidad para el 9 de julio.
Los rumores sobre un posible acuerdo se han intensificado desde que otro de los hermanos de Ovidio, Joaquín, fue detenido en Texas junto a Ismael “El Mayo” Zambada, una figura crucial en la historia del Cártel de Sinaloa. Tras su extradición a EE. UU. en 2023, Ovidio fue arrestado en dos ocasiones, destacándose una situación conocida como el “culiacanazo”, donde las autoridades mexicanas optaron por liberarlo inicialmente.
Este desenlace no solo plantea una crisis potencial en la política mexicana, sino que también busca esclarecer el papel de figuras prominentes dentro del partido Morena. La situación se torna aún más crítica considerando el arresto de Joaquín Guzmán López y “El Mayo”, que ha puesto a líderes como Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, en la mira pública debido a su reacción ante estos eventos.
Una posible declaración de culpabilidad de Ovidio cambiaría drásticamente el panorama judicial de los casos del Cártel de Sinaloa en EE. UU., revelando conexiones políticas y económicas que los vinculan con diversos gobiernos mexicanos. Para la administración estadounidense, tales acuerdos se alcanzan cuando el acusado proporciona información esencial y precisa sobre otros involucrados en actividades ilegales, en este caso, el narcotráfico hacia Norteamérica.
Este contexto se presenta en un momento en que el gobierno de Donald Trump intensifica sus esfuerzos para exponer a cómplices políticos dentro del narcotráfico, especialmente aquellos asociados con el partido Morena. Recientemente, la detención del alcalde oficialista de Matamoros, Alberto Granados, en EE. UU. añade más presión a la situación, aumentando las sospechas sobre otros actores involucrados y las posibles repercusiones que no se pueden prever en este complicado entramado.
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