La caravana de migrantes hondureños que entre el viernes y este sábado cruzaron a Guatemala, en ruta hacia Estados Unidos, no pudo ser frenada por las autoridades debido a que las más de 3 mil personas superaron los cordones de seguridad de 300 policías.
Así lo dijo Guido Zelaya, delegado de Migración en El Florido, punto aduanero en el departamento de Copán, en el occidente de Honduras, fronterizo con Guatemala.
Agregó que luego de la primera avalancha del viernes, hacia las 23:00 hora local “seguían llegando migrantes en camiones y autobuses que los venían a dejar a la frontera, de donde hoy en la madrugada salieron los demás”.
El funcionario indicó que los migrantes no fueron violentos, pero que los dos cordones policiales hondureños, de 150 elementos cada uno en El Florido, no fueron suficientes para intentar contenerlos y que algo similar ocurrió con los resguardos que tenían las autoridades de Guatemala.
Añadió que para cruzar a Guatemala, a los hondureños se les exige una prueba negativa de covid-19, que se hayan practicado en las últimas 72 horas, máximo; un prechequeo obligatorio que pueden hacerlo de manera virtual, y su carné de identidad, si se trata de personas adultas.
Si son niños, el requisito obligatorio es pasaporte y una autorización certificada por un notario, por parte de uno de los padres, si el menor no va acompañado de los dos.
“Si no cumple con esos requisitos, no puede viajar a Guatemala, que también exige esa documentación legal”, precisó Zelaya.
Entre los migrantes que hoy esperaban cruzar a Guatemala había muchos que querían hacerlo de manera legal, pero tenían vencidas las pruebas negativas de Covid-19. (EFE)
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