La reciente reunión del Consejo Nacional de Morena ha dejado en el aire varias inquietudes en Palacio Nacional. En dos documentos emitidos durante el encuentro, no se manifestó un rechazo contundente a las campañas anticipadas ni un compromiso fuerte para erradicar el nepotismo o la reelección, temas que están en contraposición con las reformas impulsadas por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Desde el entorno presidencial, se sugiere que se le solicitará a Alfonso Durazo la organización de una nueva reunión en el próximo mes, en la cual se espera establecer con claridad la prohibición de la reelección para las contiendas de 2027. Este regreso a la mesa de diálogo indica la necesidad de reforzar posturas que alinean al partido con la agenda presidencial.
Antes del encuentro, Luisa María Alcalde había compartido una carta que contenía reflexiones de Sheinbaum sobre el futuro del movimiento. En ella, la presidenta denunciaba la ostentación, las campañas anticipadas y el legado hereditario de los cargos políticos. Sin embargo, estas preocupaciones no resonaron con la fuerza esperada en la reunión del partido.
Un aspecto notable es la transformación de Morena, que en el pasado funcionaba como un instrumento directo de las decisiones presidenciales, y que ahora parece haber ingresado en una dinámica deliberativa en la cual la voz de la presidenta se convierte en una entre muchas. Esta situación se ve reflejada en el Congreso, donde la línea directriz presidencial se diluye, evidenciado por la falta de un operador político de confianza, algo que ni Rosa Icela Rodríguez, ni César Yáñez ni Carlos Morales han logrado suplir hasta el momento.
Dentro de la reunión, se observó que Durazo moderó los pronunciamientos contra las campañas anticipadas, argumentando que la oposición también las practica, lo que podría resultar en una desventaja para Morena frente al PAN y a Movimiento Ciudadano. A pesar de que la postura presidencial quedó pendiendo de un hilo, nadie se ofreció a defenderla.
Por si esto fuera poco, la reunión también coincidió con un momento delicado, marcado por imágenes de Carolina Rangel junto al presidente cubano Miguel Díaz-Canel. Este acercamiento a La Habana se produce en un momento crítico, cuando figuras como Marco Rubio, un conocido crítico del régimen cubano, ganan influencia en el gabinete de Trump.
En un contexto de divisiones internas y retos asfixiantes, los próximos meses podrían ser cruciales para la cohesión del partido y su alineación con la visión de la presidencia, que busca mantener el rumbo y la fortaleza del movimiento hacia las elecciones de 2027. La información aquí presentada corresponde a lo reportado hasta el 4 de mayo de 2025, y podría estar sujeta a cambios en un panorama político en constante evolución.
Esta nota contiene información de varias fuentes en cooperación con dichos medios de comunicación




























