El Congreso de Estados Unidos se apresta a someter a votación un ambicioso megaproyecto presupuestal promovido por Donald Trump, que incluye una controvertida medida: un impuesto del 1% sobre las remesas enviadas al extranjero. Esto supondría un impacto significativo para millones de familias migrantes que dependen de estos fondos.
Este impuesto, contenido en la sección 70605 del proyecto de ley conocido como One Big Beautiful Bill Act, se aplicaría sobre todas las remesas enviadas en efectivo, giros postales y cheques de caja, entre otros métodos físicos similares. A continuación, se presentan los puntos más relevantes de esta propuesta:
- Impuesto del 1%: Este gravamen se aplicará sobre el monto total de cada transferencia de remesa, siendo responsabilidad del remitente pagar dicho impuesto.
- Carga sobre las empresas: Las entidades que manejan las transferencias de dinero (como las remesadoras) deberán cobrar este impuesto en el momento de la operación y remitirlo al gobierno de forma trimestral. En caso de que no se cobre al momento del envío, la responsabilidad recaerá sobre el proveedor del servicio de remesas.
- Instrumentos físicos únicamente: El impuesto se limitará a remesas enviadas con instrumentos físicos. Las transferencias realizadas mediante tarjeta o desde cuentas bancarias en Estados Unidos estarán exentas.
Este impuesto entraría en vigor para todas las remesas enviadas después del 31 de diciembre de 2025. La votación, impulsada por senadores republicanos y considerada una prioridad por Trump, se celebrará este fin de semana en el Senado. De conseguir la aprobación, se abriría un proceso legislativo prolongado, con la posibilidad de que los demócratas intenten presentar enmiendas que probablemente no prosperen.
El megaproyecto implica una serie de cambios adicionales, como la ampliación de recortes fiscales iniciados en 2017 y una reducción del gasto social, especialmente en salud, junto con aumentos en defensa y control fronterizo. Aunque sus promotores argumentan que contribuirá a disminuir el déficit, analistas advierten que podría incrementar la deuda pública en billones de dólares.
Desde México, el Banco de México (Banxico) ha expresado su preocupación ante esta medida, advirtiendo sobre posibles riesgos para la estabilidad de los flujos financieros y el bienestar de las familias que dependen de estas remesas. Identifican que un impuesto de este tipo podría afectar directamente a los hogares en situación de vulnerabilidad, además de incentivar el uso de canales informales para el envío de dinero.
Con esta posible legislación en juego, el futuro de las remesas y las familias que dependen de estas transferencias se enfrenta a un momento crucial que podría transformar la dinámica económica de muchas comunidades.
Esta nota contiene información de varias fuentes en cooperación con dichos medios de comunicación



























