LIV Golf, un nombre que ha resonado en los círculos del golf mundial, ha encontrado un aliado estratégico en Grupo Salinas. Desde hace dos años, esta colaboración se ha estado gestando, especialmente en un momento en que el panorama del golf de élite experimenta su primera transformación significativa. A través de una inversión de aproximadamente 30 millones de dólares anuales, Grupo Salinas ha impulsado el Mexico Open en Vidanta Vallarta, un contrato que ahora ha sido absorbido por LIV, extendiéndose hasta 2027 con la posibilidad de renovación.
Benjamín Salinas Sada, Vicepresidente del Consejo de Administración de Grupo Salinas, expresó el compromiso de la empresa para hacer de este evento uno de los más importantes del mundo. Con el objetivo de asegurar una experiencia memorable para los aficionados, Salinas subrayó la importancia de atraer intereses corporativos y de ventas que garanticen un evento exitoso, independientemente de quién coloque el capital.
El Club de Golf Chapultepec, sede del evento, ha dejado en claro que, aunque hay un contrato, la mayoría de los 641 socios titulares podrían presentar una objeción. “El reto no solo está en México”, destacó Salinas. La experiencia en otros lugares del mundo refleja que la aceptación entre los socios puede ser un obstáculo.
Fabián De Pedro, presidente del Club de Golf, agregó que este año el club apoyará en logística, permisos y seguridad, mientras que LIV manejará la operación y Grupo Salinas se enfocará en el marketing. Esto da cuenta de la sinergia necesaria para que el evento tenga lugar, aunque queda un camino por recorrer.
En el pasado, la relación entre Grupo Salinas y el PGA TOUR estuvo marcada por contratos de larga duración, pero la transición hacia el modelo de LIV es evidente. Salinas ha aclarado que su intención es permanecer al lado de LIV, con una visión clara de fomentar el golf en México y abrir oportunidades para jóvenes talentos.
Las garantías de que el Mexico Open se mantenga en la conversación del golf internacional son palpables, pero también lo son los desafíos que deben afrontarse con los socios del club y otros actores. La promoción debe ser contundente, y las expectativas, altas.
Con la vista puesta en el futuro, LIV Golf no solo representa una nueva era para el golf en México, sino que también trae consigo la promesa de un evento atractivo en el ámbito internacional, destinado a jugadores de renombre y jóvenes aspirantes. La meta es clara: convertir el Mexico Open en una cita anual en el circuito, alto en visibilidad y valor. La colaboración está en marcha, y el interés por ver como esta unión progresa sigue creciendo.
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