El caso de José Francisco Ruiz Massieu, que trajo consigo la aparición de un personaje que terminó siendo clave en su asesinato, su nombre era Francisca Zatina y fue conocida como ‘La Paca’.
Hoy recordamos quién era esta mujer y cómo fue que terminó involucrada en una de las muertes que hasta la fecha no ha sido resuelta y que se suma a los tantos crímenes políticos que siguen siendo un misterio.
Asesinato de Ruiz Massieu
El 28 de septiembre de 1994 fue la fecha en que José Francisco Ruiz Massieu, quien fuera secretario general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), perdería la vida durante un ataque armado.
Su asesino esperó al funcionario afuera del Hotel Casablanca en la Ciudad de México y disparó contra él arrebatándole la vida y aunque intentó escapar fue atrapado finalmente por la policía, que lo identificó como Daniel Aguilar Treviño.
Al ser entrevistado por las autoridades, Treviño aseguró que el asesinato de Massieu había sido ordenado por el diputado federal, Manuel Muñoz Rocha en Tamaulipas y que le había pagado 50 mil pesos por el encargo.
Sin embargo, no fue hasta dos años después que la bruja y vidente conocida como ‘La Paca’ hiciera acto de presencia en el caso.
¿Quién es Francisca Zetina, ‘La Paca?
Francisca Zetina, mejor conocida como ‘La Paca’, es una bruja que se dedicaba al vudú y que posteriormente llegaría al mundo de la política gracias Raúl Salinas de Gortari.
De acuerdo con el libro “Los brujos del poder: el ocultismo en la política mexicana”, de José Gil Olmos, La Paca era consejera espiritual del hermano del expresidente Carlos Salinas de Gortari y lo ayudaba trayéndole amuletos mágicos desde África para darle suerte en sus negocios.
Sin embargo, la también vidente se volvió famosa cuando tuvo una visión sobre el caso del priista Massieu.
‘La Paca’ y el caso Massiue
El 8 de octubre de 1996, ‘La Paca’ dijo que sabía donde estaba el cadáver de Manuel Muñoz Rocha, quien había desaparecido poco después el asesinato del priista Ruiz Massieu, y era señalado como autor intelectual del crimen.
La vidente indicó el lugar preciso en donde estaban los restos de Muñoz Rocha: en la finca “El Encanto”, propiedad de Raúl Salinas.
Al día siguiente, el entonces subprocurador de Justicia, Pablo Chapa Bezanilla, llevó a “La Paca” hasta la finca “El Encanto” para corroborar si lo que decía era cierto.
Ya en “El Encanto”, la vidente aseguró sentir vibraciones negativas: “Fui y les dije que en ese lugar había vibraciones negativas. No es un lugar sano, hay cosas sobrenaturales. El pasto no huele a hierba, y todo está muy misterioso”, declararía después en entrevistas.
Chapa Bezanilla y Antonio Lozano Gracia, procurador general de la República de aquellos años, con ayuda “sobrenatural” de la vidente, lograron encontrar la osamenta justo en el lugar que había indicado “La Paca”.
Por la colaboración e información que proporcionó Francisca Zetina, la Procuraduría General de la República le pagó cerca de 4 millones de pesos.
Sin esperar a las pruebas genéticas, Chapa Bezanilla exclamó ese 9 de octubre de 1996 frente al hallazgo: ¡Es Muñoz Rocha! ¡Es Muñoz Rocha!
De acuerdo a las primeras versiones contadas por la propia Francisca Zetina, ella llegó hasta la oficina de Chapa Bezanilla con un anónimo que le había entregado una persona desconocida, en el que se inculpaba directamente a Raúl Salinas de Gortari del supuesto asesinato material, daba detalles del homicidio como que el diputado de Tamaulipas, Manuel Muñoz Rocha, había sido golpeado con un bat de beisbol hasta la muerte.
En la nota también venía un croquis en donde señalaba el lugar exacto donde el cadáver del exdiputado habría sido enterrado.
Hasta aquí, aunque con inusuales métodos, la historia sobre las investigaciones de dos homicidios de políticos mexicanos parecería que lograron avances. Sin embargo, tiempo después se descubriría que todo fue un montaje.
La visión de ‘La Paca’ fue un montaje
Luego de que peritos mexicanos y estadounidenses analizaran los huesos encontrados en la finca “El Encanto”, se descubrió que ni se trataban de los restos del diputado Muñoz Rocha, ni coincidían entre si, es decir, los huesos pertenecían a distintas personas.
También se descubrió que Joaquín Rodríguez Cortés, yerno de “La Paca”, había exhumado el cadáver de su padre, Joaquín Rodríguez Ruiz, la noche del 3 de octubre del 96 y lo trasladó hasta la finca de Raúl Salinas, sin darse cuenta que en la misma tumba familiar estaban los restos de otros parientes, revolviendo los huesos en los jardines de “El Encanto”.
Un año antes, en marzo de 1995, Raúl Salinas el hermano del expresidente Carlos Salinas de Gortari y para ese entonces apodado “el hermano incómodo”, fue detenido por su presunta participación en el homicidio de su yerno, Francisco Ruiz Massieu, determinó la Procuraduría General de la República.
El 6 de febrero de 1997, Francisca Zenita y sus cómplices fueron arrestados sin derecho a fianza y acusados de tramar la historia de la osamenta.
Durante el proceso salieron muchas más cosas a la luz, como que Zetina y Raúl Salinas se conocían desde 8 años antes, cuando Salinas fue a solicitar “trabajos de protección” a la vidente y pedía ayuda para utilizar los amuletos de magia que le llevaban desde África, como colmillos de elefantes.
La amistad con Raúl Salinas, aseguró la Paca, “creció tanto que luego me convertí en su consejera. Siempre me consultaba cuando quería saber cómo le iba a ir en algún negocio o en su trabajo. También me preguntaba cómo usar los amuletos que compraba en África”, dijo a un medio de comunicación.
También reveló es sus declaraciones que tanto ella, como sus cómplices, Raúl Salinas y otros políticos de renombre, eran miembros de la “Hermandad” que practicaba el “espiritualismo trinitario mariano”, una transculturación del culto a la “Santa Muerte”.
El entonces presidente de México Ernesto Zedillo, tuvo que destituir al procurador Lozano Gracia, por el escándalo que originaron estas revelaciones.
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