Durante años, hemos creído que un tazón de avena era la opción más saludable para comenzar el día. Esta percepción no es solo un asunto de preferencias personales, sino que está alimentada por campañas de marketing que enfatizaban el alto contenido de fibra de este cereal y sus beneficios para reducir enfermedades cardiovasculares y regular los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, hay un aspecto vital que muchos ignoran: la avena, siendo 100% almidón, puede causar picos de glucosa tras su digestión, como explica la científica Jessie Inchauspé en su página web, Glucose Goddess.
Con la idea de que lo dulce proporciona más energía por la mañana, hemos estado sesgados durante demasiado tiempo. Inchauspé señala que, aunque un desayuno dulce puede ser placentero al liberar dopamina en nuestro cerebro, no resulta ser la mejor opción para obtener energía. Este tipo de desayuno provoca un aumento rápido de glucosa, lo que puede afectar nuestra capacidad de producir energía de manera eficiente, además de provocar cansancio y otros efectos indeseados. No obstante, esto no significa que haya que renunciar completamente a la avena. Por ello, expertos en nutrición brindan consejos para disfrutar de este alimento correctamente.
Beneficios de consumir avena diariamente
Si la avena se prepara de forma adecuada, sin azúcares ni aditivos, puede ofrecer diversos beneficios para la salud, como un alto aporte de fibra, reducción del colesterol, mantenimiento de la saciedad y regulación de los niveles de azúcar en sangre, afirma la nutrióloga Mariana Pérez-Trejo. Sin embargo, advierte que una dieta variada es crucial para obtener un conjunto completo de vitaminas y minerales. También es fundamental controlar las porciones; consumir grandes cantidades de avena junto a toppings calóricos como miel o frutas deshidratadas puede anular sus beneficios.
Pérez-Trejo recalca que la avena es un carbohidrato. Por lo tanto, si se busca incrementar el consumo de proteínas, un tazón de avena no será la mejor opción. La mayoría de las calorías que aporta provienen de carbohidratos, especialmente de una fibra soluble conocida como beta-glucano. Fuentes de proteínas como carne, pescado, leguminosas y lácteos son alternativas más adecuadas.
Picos de glucosa y posibles soluciones
La avena puede, por sí sola, elevar los niveles de azúcar en sangre. Por ello, la nutrióloga recomienda mezclar la avena con clara de huevo, que añade proteína sin alterar el sabor. Incluir toppings de nueces, almendras o mantequilla de cacahuete sin azúcar también ayuda a mitigar estos picos. Añadir grasas saludables o proteínas a un desayuno rico en carbohidratos puede prevenir la sensación de hambre poco después. Un desayuno bien equilibrado, que incluya avena y otros alimentos, puede proporcionar mayor saciedad.
El tipo de avena que elijas también juega un papel crucial; se recomienda optar por avena cortada en lugar de los sobres instantáneos. Además, usar leche de vaca, yogur entero o leche de almendra sin azúcar puede enriquecer la receta. Es preferible elegir bayas o frutas con cáscara en vez de frutas tropicales, y limitar edulcorantes como miel, azúcar de mesa o jarabes en tus preparaciones.
En cuanto a la experiencia y credibilidad, cabe mencionar que Jessie Inchauspé es una bioquímica y autora reconocida a nivel internacional, con una trayectoria que incluye una licenciatura en matemáticas y un posgrado en bioquímica. Su enfoque en la importancia del azúcar en sangre ofrece herramientas valiosas para mejorar la salud. Por su parte, Mariana Pérez-Trejo Soltwedel, licenciada en nutrición, presta sus servicios en la Ciudad de México y viaja ofreciendo consulta en línea.
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