El próximo titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Julio Berdegue, ha afirmado que se tendrá en cuenta la ciencia y la tecnología en su gestión. Berdegue destacó la importancia de la innovación para aumentar la productividad y el uso sostenible de los recursos naturales. Esta postura es bienvenida en un sector que ha sido tradicionalmente resistente a la tecnificación y a la investigación científica.
La agricultura es clave para el desarrollo de México, siendo uno de los sectores más importantes para la economía del país. De hecho, es la principal fuente de ingresos de muchas comunidades rurales. Por ello, resulta fundamental que se adopten estrategias para mejorar la productividad y la competitividad en este ámbito.
En este sentido, la ciencia y la tecnología pueden ofrecer soluciones innovadoras para el sector agrícola. Por ejemplo, el uso de drones para la vigilancia de cultivos o el empleo de técnicas de agricultura de precisión para aumentar la eficiencia en la gestión de los recursos. Del mismo modo, la investigación puede contribuir a desarrollar variedades de plantas y cultivos adaptados a las condiciones específicas del país.
Además, la adopción de tecnologías avanzadas en la agricultura puede tener un impacto positivo en el medio ambiente. La reducción del uso de pesticidas y fertilizantes químicos, la gestión más eficiente del agua o la reducción del uso de maquinaria pesada en las explotaciones pueden contribuir a un entorno más sostenible.
En resumen, la postura de Berdegue de tener en cuenta la ciencia y la tecnología en su gestión al frente de la SADER puede suponer un cambio de paradigma en el sector agrícola de México. Si se adoptan soluciones innovadoras y se fomenta la investigación, la agricultura puede convertirse en una actividad más rentable y sostenible, con beneficios para los productores y para el medio ambiente.
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