El uso de cohetes y pirotecnia en la Ciudad de México siempre ha sido una tradición arraigada en las festividades y celebraciones populares. Sin embargo, las consecuencias de esta práctica han sido cada vez más evidentes y graves. Un ejemplo muy reciente es el incendio que se registró en la alcaldía Benito Juárez, el cual dejó a personas heridas y múltiples daños materiales.
El siniestro se desencadenó el pasado 30 de abril, durante la celebración del Día del Niño y la Niña. Un grupo de jóvenes lanzó un cohete hacia el cielo, el cual cayó en un domicilio donde se almacenaba pirotecnia de manera ilegal. En cuestión de minutos, el lugar fue consumido por las llamas, mientras los vecinos evacuaban a sus familias y trataban de sofocar el fuego con cubetas y mangueras.
De acuerdo con las autoridades locales, la quema de cohetes y pirotecnia es una actividad que se encuentra en una especie de limbo legal. A pesar de que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal prohibió la fabricación, venta y uso de estos artefactos desde 2014, hay muchos lugares donde se comercializan de forma clandestina, sin ningún tipo de restricción ni supervisión. Además, las multas por infringir la ley son bajas y rara vez se aplican.
Este incidente es solo uno más de los muchos que se han registrado en la Ciudad de México debido a la quema de cohetes y pirotecnia. Cada año, decenas de personas resultan heridas o fallecen como consecuencia de este tipo de accidentes, que además provocan daños estructurales en viviendas y edificios públicos. Por ello, es necesario que las autoridades establezcan medidas más estrictas y efectivas para prevenir y sancionar este tipo de prácticas peligrosas y dañinas para la población.
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