De no haber sido soviético, Alvars Gipslis (1937-2000) habría sido mucho más famoso. Un jugador de su calidad, octacampeón de Letonia, 3º en el Campeonato de la URSS de 1966 y 2º en el Memorial Aliojin de 1967 entre otros grandes éxitos, habría recibido muchas invitaciones para torneos (solo las grandes estrellas de la URSS viajaban fuera del telón de acero) y tendría un sitio fijo en la selección nacional de casi todos los demás países. También es verdad que ser ajedrecista en la URSS le dio un sueldo mensual fijo y unos privilegios que no hubiera tenido en otra parte. Y no es menos cierto que el excesivo consumo de alcohol truncó su carrera y probablemente su vida.
La asombrosa partida de este vídeo lo convierte en inmortal y supone una gran contribución a la gloria de Letonia en el olimpo del ajedrez, donde ya están Aaron Nimzóvich y Mijaíl Tal, y estará Alexéi Shírov. Desde los primeros lances de un lucha vibrante contra un rival temible, Víktor Kupreichik, el juego de Gipslis es excelso.
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