El caso de un periodista desaparecido, este miércoles se lleva a cabo en la ciudad de Empalme, Sonora, el acto de firma el Acuerdo de Solución Amistosa y Acto Público de Reconocimiento de Responsabilidad, por parte del Estado Mexicano ante las víctimas indirectas de la desaparición del periodista Alfredo Jiménez Mota, ocurrida el 2 de abril de 2005. En un hecho histórico, el primero en su tipo al que se llega en México.
“Estos acuerdos para nosotros realmente no son un punto de llegada, sino un punto de partida”, señala Ricardo Trotti, director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), organismo que a lo largo de 16 años ha señalado la carencia de investigaciones oficiales eficientes y consistentes que mantienen la desaparición de Alfredo Jiménez en la impunidad y presentó el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Trotti señaló que ha sido un largo camino, junto con la CIDH, para lograr el Acuerdo de Solución Amistosa. junto con los familiares de Alfredo Jiménez , con quienes la SIP se ha mantenido en contacto durante todos estos años, y el reciente involucramiento de organismos como el Robert F. Kennedy Human Rights.
Un Acuerdo de Solución Amistosa involucra tres puntos básicos:
Una Reparación Integral a los familiares de la víctima, tanto por daños materiales como morales. En la parte material que considera una indemnización para la familia.
En la Reparación Moral lo que se hace es ponderar el nombre de la víctima y su legado a futuro. En este caso, por ejemplo, se pide que se pavimente una calle que llevará el nombre de Alfredo. Esto será en Empalme, Sonora, donde vive su familia y de donde él era originario, así como la reparación de un monumento ya existente.
También hay medidas de No Repetición y de Justicia.
Las primeras tienen que ver con solicitar una serie de seminarios o cursos de perfeccionamiento del personal del ministerio público, que está encargado de los temas de Justicia.
Y la tercera medida tiene que ver con la justicia en sí misma.
El Acuerdo de Solución Amistosa “no implica que se cierra el caso; se repara a la familia pero continúa la búsqueda de justicia y la exigencia al Estado mexicano a seguir buscando justicia por el caso de Alfredo.
Sobre el acto de perdón a la familia, que estará a cargo del subsecretario a nombre del Estado de México, señaló que “es un acto de contrición y donde se asume el compromiso de seguir buscando justicia, más allá de las temas de reparación y no repetición”.
Sin embargo, reconoció que en casos como este el punto más difícil de lograr es el de la justicia, por lo que es importante dar seguimiento, en lo que participará la SIP y la Alianza de Medios Mx.
Un caso emblemático
Trotti señaló que México tiene un gravísimo problema de impunidad en el tema de la violencia contra los periodistas con más de 150 casos de periodistas asesinados o desaparecidos desde el año 2000.
Adelantó que la SIP está cerca de conseguir un acuerdo similar en el caso de Manuel Oropeza, periodista asesinado el 3 de julio de 1991 en Ciudad Juárez, un crimen que está impune.
También siguen el de Francisco Ortiz Franco, editor del semanario Zeta, asesinado el 22 de junio de 2004, en Tijuana, caso también impune.
Desaparición e impunidad
Alfredo Jiménez Mota fue visto por última vez el 2 de abril de 2005. En ese tiempo trabajaba como reportero de El Imparcial e investigaba los nexos con el poder del crimen organizado en Sonora. La noche de su desaparición se reunió con dos funcionarios, uno de ellos Andrés Montoya García, quien fue subdirector general del Sistema Estatal Penitenciario de Sonora.
Montoya García declaró que se vieron en un supermercado y el periodista se fue para ver a otra fuente y no supo más. Se sabe que la última llamada que recibió Alfredo en su teléfono fue del entonces subdelegado de la Procuraduría General de la República (PGR) en Sonora, Raúl Fernando Rojas Galván. Está registrada a las 23:04 horas. No hay registros de que fuera interrogado por este caso.
La señora Esperanza Mota, madre de Alfredo, ha declarado que tres hombres con la cabeza rapada habían seguido a su hijo una semana antes de su desaparición.
Para encontrar el paradero del reportero se inició la Averiguación Previa PGR/SIEDO/UEIS/177/2005.
La SIP registró el caso con el número de referencia 13.0007, y la CIDH emitió el informe 58/15.
En los meses posteriores se reportaron varias ejecuciones contra el grupo criminal Los Salazar. Funcionarios de la desaparecida PGR aseguraron de manera extraoficial a periodistas que entre las víctimas de esos asesinatos se hallaban los autores de la desaparición de Alfredo Jiménez, quienes lo habrían privado de la vida y luego ocultado su cadáver. Se ignora si algo de esas presunciones figura en el expediente. Las autoridades realizaron varias pesquisas en el desierto de Sonora y luego nada, nada en 16 años.
La Fiscalía General de la República (FGR) mantiene el expediente abierto, sin que se conozcan avances en las indagatorias, tampoco entrega informes a la familia del periodista desparecido o a sus representantes legales.
Ante la falta de avances en las investigaciones la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la demanda para exigir al Estado mexicano una respuesta.
Ahora, 16 años, ocho meses y seis días de la desaparición de Alfredo Jiménez Mota en Hermosillo, Sonora,se logra la firma de un Acuerdo de Solución Amistosa y Acto Público de Reconocimiento de Responsabilidad, por parte del Estado mexicano, un hecho que da a la familia un poco de alivio, pero no justicia.
Informacion.center origen Informacion.center.
Esta nota contiene información de varias fuentes en cooperación con dichos medios de comunicación.