
Morena ganó esta elección.
Cambió unas por otras y si nos atenemos a que la pieza más importante a jugar en esta partida electoral era San Lázaro, Morena ganó.
El partido se mantiene como la mayor fuerza política en la Cámara y junto a sus aliados del PVEM y PT.
Y aunque tendrá que negociar para reformar la Constitución. El presidente López Obrador tiene aún espacio relativamente cómodo para continuar su proyecto de nación.
Morena “ganó” ampliando su influencia en diferentes arenas limitando su derrota en otras pese a que ha comerido diferentes herrores.
Por supuesto que no fue una victoria absoluta para el morenismo, sin embargo, el resto de los resultados electorales son temas satelitales que más bien hablan de un contexto político.
Al ver la demografía de éstas se puede deducir al momento que el morenismo está perdiendo fuerza entre las poblaciones de mayor ingreso y nivel educativo, sectores que apalancaron la paliza que le dio al PAN y PRI en 2018.
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