El Gobierno de Estados Unidos extendió un mes más las restricciones fronterizas con México como medida de mitigación al contagio de la covid-19 y a pesar de que el impacto económico más grave pudiera recaer en su lado de la frontera. Mientras en México, la recuperación es impulsada por el sector industrial ligado al tratado de libre comercio (T-MEC), los comercios en EE UU que vendían primordialmente a mexicanos siguen sufriendo las consecuencias del cierre de la frontera.
“En Baja California, por lo menos, no ha ido muy bien con el cierre de la frontera”, dice al teléfono desde Tijuana Gilberto Leyva consejero y expresidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Tijuana (Canaco-Servytur) y del Comité de Turismo y Convenciones de Tijuana (Cotuco). “Esa fuga de consumidores que teníamos antes que se iban a surtir a EE UU, como no pueden ir, están consumiendo en México. Pero a ellos les está yendo terriblemente con el cierre de la frontera”, agrega.
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Los mexicanos que viven en la frontera con EE UU tienen una oferta de productos muy diferente al resto del país y por generaciones han cruzado la frontera a pie o en coche para comprar bienes de todo tipo por ser de mejor calidad, mayor variedad o mejor precio en EE UU. Esto ocurre también a la inversa, en muchas ocasiones, residentes estadounidenses viajan a México a comprar, por ejemplo, medicamentos que son significativamente más baratos en su vecino al sur. Ya que México no tiene ahora mismo restringido el acceso a estadounidenses, informacion.center ha podido seguir beneficiándose de este comercio.
En febrero, el alcalde de la ciudad fronteriza de Imperial Beach, la cual se ubica al norte de Tijuana, advirtió que la “desastrosa” vacunación en México amenazaba con empeorar la economía. “El lanzamiento de la vacuna en los EE UU ha sido lento, está mejorando, pero en México ha sido un desastre absoluto”, dijo el alcalde Serge Dedina de acuerdo a medios locales. “Si México permanece sin vacunar, podría tener enormes implicaciones para el estancamiento continuo en la frontera”, dijo en ese momento.
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Tan solo en la ciudad de El Paso, Texas, la cual comparte frontera con Ciudad Juárez, Chihuahua, el comercio de mexicanos que cruzan la frontera de manera terrestre alcanza los 1.400 millones de dólares al año, asegura Tom Fullerton, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP). En la región que comprende Laredo, McAllen, Brownsville y El Paso, entre el 8% y el 14% depende del consumo de turistas mexicanos, agrega Fullerton
“Hay mucha concentración geográfica de los flujos de caja reducidos en la medida que te acercas más y más a los puentes fronterizos”, explica Fullerton. Esto quiere decir que, a pesar de que el porcentaje pareciera pequeño, el impacto es brutal para los dueños de estos comercios que dependen casi exclusivamente de los turistas mexicanos que cruzan vía terrestre.
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