Edith Márquez afirma que apoya cada uno de los pasos que emprenden sus hijos Sebastián, en la música, y Nicolás, quien estudiará cinematografía.
TEXTO: NAYIB CANAÁN
A Edith Márquez le brillan los ojos cada vez que habla de sus hijos, Sebastián y Nicolás. La cantante, quien está promocionando su tema Olvídalo, se confiesa fiel admiradora de sus retoños, que ahora buscan su propio lugar en el medio artístico.
El mayor está a punto de lanzar su primer álbum de temas inéditos, mientras que el menor comenzará sus estudios de cinematografía en México con la intención de apostar al cine nacional. Desde su casa, la reconocida intérprete nos platica sobre todo esto.
Llevas semanas en los primeros lugares, ¿es una forma de demostrar que tu música no pasa de moda?
“Sí, se siente una gran satisfacción y un orgullo enorme, porque lamentablemente el gusto por la música mexicana se había perdido. Parece que la gente sólo escuchaba este género cada 15 de septiembre, y no está bien, ya que es nuestra música y es muy respetada en todo el mundo. Entonces, dentro de todo esto que está ocurriendo con la música y los géneros que han ido apareciendo, el poder estar en un primer lugar con este género es un orgullo inmenso.
¿De qué habla Olvídalo?
“De un rompimiento entre una pareja, él quiere regresar, pero ella no le da oportunidad. La música es alegre, pero no tiene nada que ver con la letra, entonces me gustó mucho por eso, porque, además, se me hace algo superoriginal. El video también está bien padre, es como combinar mi persona con dibujos animados; la verdad es que quedó bien bonito.
¿Sientes que te estás arriesgando y adaptando a la nueva forma de hacer videos?
“Sí, claro. Aquí ya nadie descubre el hilo negro, ya casi todo está hecho, pero siempre es importante tener creatividad y querer hacer cosas nuevas.
¿No te asusta la nueva tecnología?
“No, es que el que no arriesga, no gana. Ahora podemos tener mucho más contacto con nuestros fans porque hay muchísimas maneras de llegar a ellos que antes, incluso, cuando yo estaba en Timbiriche o cuando grabé mi primer disco como solista, eso no existía. Antes sólo teníamos la radio, la televisión y la prensa escrita.
¿Cómo ves el papel de la mujer y las nuevas generaciones en el regional mexicano?
“Veo que es cada vez más fuerte, porque se había perdido el interés por hacer música mexicana o escucharla. Aplaudo a las nuevas generaciones como Ángela Aguilar, ella está muy fuerte, así como Christian Nodal, en fin, vienen personajes realmente importantes que le aportan mucho a nuestro género y están realzando nuestra cultura.
¿Alguna vez Edith Márquez cantaría música urbana o un reggaetón?
“Reggaetón no creo, la verdad. No me veo en eso, y siento que hay que ser un poquito coherente con lo que somos o con el estilo que he venido manejando desde que inició mi carrera como solista. A mí me encanta el reggaetón para bailarlo y escucharlo, pero no para grabar. Ahora, esas fusiones de lo mexicano con lo urbano sí las respeto, pero siempre yéndome hacia mi género.
¿Cómo respaldas a tu hijo Sebastián ahora que se lanza como cantante?
“Lo apoyo con todo, siempre lo he respaldado, hablando mucho con él, porque a estas nuevas generaciones hay que explicarles que esta carrera es de dedicación, de disciplina, insistencia, resistencia, paciencia…
“Es preciosa, genera muchas alegrías y satisfacciones, pero también hay que hablarles del lado no tan increíble. Se les debe decir que mientras mucha gente está de vacaciones, tú vas a estar trabajando, y que se necesita tener una pasión muy fuerte para que eso no te pese y para que todos los “no” que se encuentran en la vida nos preparen para la frustración.
Para ti fue así…
“Claro, le dije a mi hijo que pasaron 35 años para que yo pudiera llenar palenques en México, no fue de un día a otro, no fue con el primer disco. Y eso le ha servido mucho, estoy muy orgullosa de él porque está haciendo un buen trabajo, se está avocando y no para de crear cosas en su cabeza, toca el piano, la guitarra, la batería, ya próximamente sacará su material inédito, con diferentes productores, y la verdad, está increíble.
“No lo digo como mamá gallina que soy, porque lejos de ayudarlo lo perjudicaría, entonces, lo digo porque sí tiene un chorro de talento.
Le estás dejando la mejor herencia…
“Creo que sí, porque la pasión que tengo cada vez que canto en un escenario, o aquí en la sala de mi casa, es indescriptible, sin la música no puedo vivir. Yo no puedo dejar de cantar por días, y mis hijos han sido testigos porque me los llevaba desde chiquitos, sobre todo Sebastián, que vivió mucho en los escenarios.
“No me lo llevaba a los palenques porque era un niño, pero de adulto sí se metía a ver al ingeniero de sonido; fue absorbiendo todo eso, interesándose por cada detalle. Mi otro hijo tiene 18 años y estudiará para ser director de cine; me identifico mucho con él porque dice que quiere recibirse como director de cine mexicano, y no quiere irse al extranjero para después regresar a trabajar en su país.
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