Una refinería construida con el dinero recuperado en la lucha contra el huachicol. Así es como el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha financiado la construcción de la polémica refinería Dos Bocas en Tabasco, una iniciativa que ha generado debate y críticas desde su lanzamiento en 2019.
De acuerdo con una publicación reciente, el mandatario mexicano indicó que la refinería, que tiene un valor total de 8,000 millones de dólares, fue pagada en su totalidad con dinero obtenido de la recuperación de activos relacionados con el robo ilegal de combustible, una práctica comúnmente conocida como huachicoleo.
Esta afirmación ha sido clave en las afirmaciones de López Obrador de que su gobierno está comprometido con la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada.
En este sentido, la construcción de la refinería ha sido vista como un logro en la lucha contra el huachicoleo, una actividad ilegal que ha representado una importante pérdida de ingresos para el Estado y ha generado situaciones de inseguridad en diversas zonas.
Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar. Muchos cuestionan el costo de una refinería en un momento en que la industria petrolera parece estar en declive y cuando se espera que la transición hacia fuentes de energía más limpias sea cada vez más necesaria.
Además, también se ha criticado la decisión de financiar la obra con dinero recuperado de una actividad ilegal, lo que ha llevado a muchos a considerarla como una especie de “justificación” del huachicoleo.
Sea como fuere, lo cierto es que la construcción de la refinería Dos Bocas es un tema polémico y de gran repercusión en el panorama político y económico de México. Habrá que esperar y ver cómo evoluciona este proyecto y cómo responde la opinión pública a medida que se acerca su fecha de inauguración.
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