En las afueras de importantes hospitales, como el Hospital General, la situación se ha tornado tensa y caótica debido a la creciente actividad de franeleros, personas que ofrecen servicios no regulados de estacionamiento. Este fenómeno no solo afecta la movilidad de los pacientes y sus familias, sino que también plantea preocupaciones sobre la seguridad y el orden público.
Los franeleros, que suelen operar sin autorización, han proliferado en áreas cercanas a los centros de salud, donde la demanda de estacionamiento es alta. Muchos de estos individuos, en su afán por ganar un ingreso, han comenzado a generar conflictos tanto con automovilistas como con el personal del hospital. En días críticos, como aquellos en los que el hospital recibe un número elevado de pacientes, la situación se agrava, creando embotellamientos y, en algunos casos, enfrentamientos.
Las quejas por parte de los ciudadanos han aumentado, señalando que no solo enfrentan dificultades para estacionar sus vehículos, sino que también deben lidiar con la presión de pagar por un servicio que en la mayoría de los casos no garantiza seguridad ni vigilancia. Las autoridades locales han sido criticadas por su falta de acción ante esta problemática; muchos consideran que se debería implementar una regulación más estricta para controlar la actividad de los franeleros y proteger tanto a los pacientes como a sus familiares.
La ausencia de espacios de estacionamiento seguros y la falta de opciones oficiales ha hecho que algunos automovilistas, en su intento de encontrar un lugar donde dejar su vehículo, caigan en la trampa de los franeleros. Aunque algunos los ven como una solución rápida ante la escasez de plazas, otros argumentan que la actividad de estos trabajadores informales contribuye al desorden y a situaciones de inseguridad en la zona.
En respuesta a esta situación caótica, diversas voces han comenzado a exigir una intervención por parte de las autoridades competentes. El establecimiento de un sistema de estacionamiento regulado podría no solo hacer más accesible el ingreso al hospital, sino también mejorar la seguridad para los visitantes y el personal. La creación de alternativas oficiales de estacionamiento, así como la colaboración con la policía local para mantener el orden, podrían ser pasos necesarios para mitigar este problema.
La problemática de los franeleros resalta una realidad más amplia sobre la gestión del espacio público en las grandes ciudades, donde la planificación urbana y la infraestructura a menudo no logran satisfacer la creciente demanda. Mientras tanto, los pacientes y sus familias seguirán enfrentando un escenario complicado cada vez que intenten acceder a los servicios de salud.
La necesidad de un cambio es inminente, y la atención a este fenómeno no solo es vital para la mejora de la experiencia de los usuarios de los hospitales, sino que también es crucial para la seguridad y la organización dentro de las ciudades que buscan avanzar hacia una convivencia más armónica.
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