La Importancia Crucial del Registro de Marca para los Emprendedores
Imagínate tener un proyecto en crecimiento, con clientes leales y una reputación establecida. Sin embargo, un día, una empresa competidora reclama el uso de tu nombre. Este escenario, desafortunadamente, no es una fantasía, sino una realidad que muchos emprendedores enfrentan al no registrar sus marcas. Las consecuencias de esta omisión pueden ser devastadoras: desde la pérdida de la identidad de la empresa y su reputación hasta la posibilidad de que los productos sean confiscados o, en el peor de los casos, el cierre del negocio.
Durante el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, celebrado el 26 de abril, se subraya cómo muchos emprendedores se concentran en operar su negocio, desarrollar productos y atraer clientes, olvidando un paso fundamental: verificar si la marca que utilizan está libre de derechos registrados.
El especialista en propiedad intelectual, Eduardo Kleinberg, apunta que las pequeñas y medianas empresas suelen poner toda su energía en el desarrollo de productos sobresalientes, dejando de lado el registro de su marca. Esto es un error crítico, ya que la falta de este registro puede conducir a disputas legales sobre los derechos de uso. Un emprendedor se podría ver forzado a cambiar su marca, una alteración que podría destruir el reconocimiento ganando con esfuerzo.
Además, existen implicaciones serias como la confiscación de productos a través de procedimientos del Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) por infracción.
Por eso, Kleinberg aconseja que desde la concepción del negocio se realice el registro de la marca. El primer paso es investigar si la marca está disponible, tarea que se puede facilitar mediante el Servicio de Consulta Externa, conocido como Marcanet, del IMPI, un servicio sin costo.
Es importante saber que una búsqueda no garantiza que tu marca esté completamente libre. A menudo, puede ser necesario lidiar con similitudes que no necesariamente generan confusión directa. Adicionalmente, el registro debe hacerse conforme a las especificaciones del producto o servicio, considerando que existen 45 clases en las que se puede categorizar.
Existen restricciones para registrar ciertos nombres; no se puede registrar marcas famosas que abarcan todas las clases ni términos descriptivos que puedan confundir al consumidor. También se excluyen las traducciones literales de marcas registradas en otros países, palabras comunes en otros idiomas, así como términos que sean ofensivos o vayan en contra de las buenas costumbres.
El proceso de registro ante el IMPI no es sencillo. Tiene un costo aproximado de 2,457 pesos por clase, además de IVA, y su duración puede variar. Con frecuencia, se ofrecen campañas de descuento, como la denominada “Marcas para el Bienestar”, que reduce costos a alrededor de 312 pesos para las mipymes.
Una vez iniciada la solicitud, el IMPI publica el registro en un período de diez días, permitiendo que terceros se opongan si consideran que sus derechos están en peligro. Posteriormente, en un tiempo estimado de tres a cuatro meses, el IMPI comunicará al solicitante si su marca puede ser registrada o las razones por las cuales no procede. Si hay oposición, el proceso podría extenderse de uno a dos años, dependiendo del litigio.
Finalmente, Kleinberg aconseja a los emprendedores elegir nombres que conecten emocionalmente con el consumidor. Las marcas exitosas son, esencialmente, aquellas que logran establecer una conexión genuina, haciendo que el cliente se sienta parte de la marca.
La información presentada tiene como fecha de publicación original 2025-04-25. Sin embargo, es relevante verificar y actualizar estos datos conforme a las circunstancias legales y económicas actuales.
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