El avance tecnológico de los últimos años ha propiciado un aumento notable en la demanda de centros de datos. Sin embargo, los especialistas enfatizan que su construcción debe hacer frente a retos cruciales, como la eficiencia, la resiliencia y el cumplimiento de normativas ambientales.
En una conferencia virtual organizada por la firma constructora Gaya, expertos apuntaron que, para el año 2029, se prevé una inversión directa de 9,200 millones de dólares en este sector, y un incremento indirecto que podría alcanzar los 27,500 millones de dólares. Este crecimiento se presenta como una oportunidad clave, pero también como un desafío significativo, especialmente en lo que respecta al consumo energético.
El impacto ambiental de los centros de datos es notable: en México, representan el 0.41% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Se estima que esta cifra podría incrementarse hasta el 2% en los años venideros. Francisco Fuentes de Greening México ha resaltado la importancia de integrar tecnologías de energía distribuida y almacenamiento, como los sistemas de baterías BESS, que permiten manejar el consumo en picos de demanda, reducir costos y disminuir emisiones.
El crecimiento de la inteligencia artificial ha llevado a un aumento sin precedentes en la demanda energética de estos centros. Para mitigar este desafío, Hugo Sánchez de Vertiv destacó el potencial del enfriamiento líquido, que incluye tecnologías innovadoras como intercambiadores de calor y enfriamiento por inmersión líquida. Estas soluciones, junto con la gestión inteligente de la energía y la integración de energías renovables, son esenciales para avanzar hacia la sustentabilidad en este ámbito.
Además, los actores del sector están comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París. Adriana Rivera, directora de la Asociación Mexicana de Data Centers, afirma que la sustentabilidad es un principio fundamental que ya no se considera un diferenciador, lo que subraya la urgencia de contar con certificaciones adecuadas que respondan tanto a metas globales como locales.
Por otro lado, Manuel Rangel de GAYA enfatiza que el enfoque de sustentabilidad debe integrarse en cada fase de construcción. Una colaboración eficaz entre todos los actores involucrados es esencial para anticipar desafíos y garantizar tanto la rentabilidad como la reducción del impacto ambiental.
Así, el futuro de los centros de datos en México se enfoca en un desarrollo que no solo busque el crecimiento económico, sino también la responsabilidad ambiental, preparando el camino hacia una industria más sostenible y alineada con las expectativas actuales.
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