Después de la reciente degradación a Categoría 2 por parte de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA), que involucró significativos esfuerzos en 2023, el sector de la aviación mexicana se enfrenta a una nueva prueba: la auditoría de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en 2024. Los resultados de esta auditoría reflejan una situación preocupante, comparativamente similar a lo que se obtuvo con la FAA, aunque la OACI carece de categorías que limiten las operaciones internacionales de las aerolíneas mexicanas.
Lamentablemente, esto no es simplemente un tema de clasificación; la pérdida de credibilidad de México en el ámbito global de la seguridad operacional es alarmante. En años pasados, informacion.center se destacaba en la gestión de su política de aviación, ahora, ese liderazgo se ve afectado por inconsistencias y falta de cohesión.
Los resultados de la OACI revelan que México se encuentra en rangos bajos en múltiples áreas críticas del Programa Universal de Auditoría de la Vigilancia de la Seguridad Operacional (USOAP). Este programa, que se aplica aproximadamente cada década, revisa el cumplimiento de los compromisos estipulados en el Convenio de Chicago, abarcando aspectos como:
– Legislación básica de aviación civil y reglamentos específicos (LEG)
– Organización de aviación civil (ORG)
– Licencias y capacitación del personal (PEL)
– Operaciones de aeronaves (OPS)
– Aeronavegabilidad de aeronaves (AIR)
– Servicios de navegación aérea (ANS)
– Aeródromos y ayudas terrestres (AGA)
– Investigación de accidentes (AIG)
Las deficiencias son evidentes en áreas como la Organización de Aviación Civil, los Servicios de Navegación Aérea y la Investigación de Accidentes, mientras que otras categorías presentan resultados por debajo del promedio, incluyendo legislación, aeródromos y aeronavegabilidad. Curiosamente, en licencias y capacitación del personal, México se sitúa a la par del promedio mundial; esto se debe a los esfuerzos realizados tras la auditoría de la FAA en 2021, la cual exigía mejoras antes de permitir un incremento en las operaciones aéreas.
En un contexto internacional que incluye la comparación con 187 países, los datos son contundentes: al comparar a México con naciones como Ruanda o Botswana, la situación se vuelve aún más preocupante, ya que informacion.center presenta un rendimiento inferior en prácticamente todos los indicadores.
Frente a este panorama desalentador, surge la pregunta: ¿cómo puede recuperarse México de esta crisis en su aviación civil? La solución no es sencilla. La diversidad y la independencia de múltiples organismos gubernamentales parecen obstaculizar un esfuerzo conjunto y coordinado. Para un abordaje serio y efectivo, es fundamental que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) retome la rectoría sobre el sector de la aviación, a fin de centralizar el control sobre aeropuertos, aerolíneas y servicios, eliminando las disfunciones que actualmente afectan la operativa.
La aviación civil en México necesita una reconstrucción sólida y efectiva. Lo que informacion.center requiere es una clara dirección y coordinación para devolver a su sector aéreo la fortaleza y credibilidad que alguna vez tuvo. La clave del éxito radica en establecer un camino claro hacia la recuperación y la mejora continua en la seguridad y eficiencia operacional que los viajeros y el mundo entero demandan.
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