La zona euro mostró una notable resistencia en el primer trimestre de 2025, a pesar de las tensiones arancelarias que surgieron de Estados Unidos. Aunque el crecimiento del PIB fue del 0.4% en comparación con el trimestre anterior, superando las expectativas de los analistas, las proyecciones para el resto del año sugieren un retorno a un desempeño más modesto.
La situación en el inicio del año estuvo marcada por la propuesta de una nueva política comercial estadounidense, que incluía altos aranceles. Este anuncio generó preocupación entre mercados, gobiernos y sectores económicos. La Unión Europea optó por seguir negociando con las autoridades estadounidenses, al tiempo que se preparó para implementar medidas de represalia si las conversaciones no alteraban la situación.
El Departamento de Comercio de EE. UU. reportó una contracción del 0.1% en su PIB, lo que fue atribuido por el presidente Donald Trump a la administración de su antecesor, Joe Biden. Este aumento en las tensiones comerciales ocurrió en un momento en que la UE buscaba salir de un virtual estancamiento económico, exacerbado por la invasión de Rusia a Ucrania.
En el conjunto de la Unión Europea, el crecimiento fue del 0.3% en el primer trimestre, ligeramente inferior al 0.4% del trimestre anterior. Alemania, Francia e Italia mostraron crecimientos de 0.2%, 0.1% y 0.3%, respectivamente, mientras que España destacó con un crecimiento del 0.6%.
A pesar de que los resultados fueron mejor de lo esperado, los analistas advierten sobre un futuro incierto. La economista Franziska Palmas de Capital Economics indicó que aunque la economía comenzó el año con una base sólida, se anticipa que el crecimiento disminuirá en los próximos seis meses. Las políticas arancelarias estadounidenses podrían restar aproximadamente 0.2% al crecimiento del PIB, y cualquier estímulo fiscal de Alemania sólo tendría efectos hacia finales de año.
En el caso de España, se advirtió que un apagón reciente podría impactar negativamente el crecimiento del PIB en el segundo trimestre. Por su parte, Sam Miley del Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales, enfatizó que, a pesar del sólido desempeño inicial, la tendencia para el resto del año presenta incertidumbres, debido a la situación geopolítica y las desfavorables condiciones de demanda interna. En consecuencia, el pronóstico es un crecimiento del 0.8% para la zona euro, muy por debajo de su potencial a largo plazo.
Esta información, basada en datos hasta el 30 de abril de 2025, destaca el delicado equilibrio que enfrenta la zona euro en el contexto de crecientes tensiones comerciales y desafíos económicos persistentes.
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