En el tercer trimestre, la economía de Querétaro experimentó un crecimiento del 2.4%, un dato que refleja tanto la resiliencia de la región como los interesantes retos y oportunidades que enfrenta. Este incremento se da en un contexto en que otras entidades en México también reportan un avance, aunque a ritmos variables.
Diversos sectores desempeñaron un papel crucial en este crecimiento. La manufactura, uno de los pilares económicos de Querétaro, sigue mostrando una recuperación sólida, impulsada especialmente por la industria automotriz y aeroespacial. Esto no solo ha contribuido a la generación de empleos, sino que también ha atraído inversiones que consolidan a Querétaro como un centro neurálgico para la innovación y la producción.
En paralelo, el sector servicios ha experimentado un auge notable, particularmente en áreas como el comercio y el turismo, lo cual se traduce en un dinamismo económico que beneficia a comunidades locales. Los cambios en los hábitos de consumo y el regreso paulatino a la normalidad tras la pandemia han permitido a muchas pequeñas y medianas empresas reactivar sus operaciones y adaptarse a un mercado en constante evolución.
Analistas destacan que el crecimiento económico de Querétaro no es aislado, sino que responde a un ecosistema que favorece la inversión, sustentado por infraestructura adecuada, una mano de obra calificada y políticas públicas que incentivan la creatividad empresarial. En este sentido, el gobierno local ha implementado estrategias que buscan fortalecer los sectores clave mediante la capacitación y el apoyo logístico.
Sin embargo, este avance también enfrenta desafíos. Las fluctuaciones en la economía global y los problemas de abastecimiento de materia prima son aspectos que continúan generando incertidumbre. La sostenibilidad del crecimiento dependerá de la capacidad para adaptarse a estas circunstancias y de cómo se gestionen las relaciones comerciales en un entorno cambiante.
A medida que Querétaro sigue avanzando, será fundamental mantener el enfoque en la innovación y la diversificación de su economía, así como en el bienestar de sus habitantes. Las decisiones que se tomen en el presente no solo marcarán la pauta para enfrentar crisis futuras, sino que también definirán el rumbo de una de las economías más dinámicas de México.
La proyección hacia un futuro próspero depende del equilibrio entre el crecimiento económico y la calidad de vida de sus ciudadanos, creando así un modelo de desarrollo que no ignore la importancia del capital humano y la sostenibilidad ambiental. Esto hará que Querétaro continue siendo un referente de desarrollo económico en la nación.
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