Paraguay ha mostrado las vestiduras de Chile. Lo que no pudo Uruguay por su falta de gol, ni la tibieza de Argentina lo consiguió la potencia de Paraguay. La albirroja de Eduardo Berizzo ha dado un golpe sobre la mesa en la Copa América y se reta con los charrúas para definir al segundo lugar del grupo.
Paraguay entendió que para herir a los chilenos necesitaban abrirle camino al joven más hábil del campo: Miguel Almirón. El volante del Newcastle movía las cadenas e impulsaba a su delantero, Carlos González, para presionar la salida de Arturo Vidal. El primer mazazo paraguayo fue en un tiro de esquina que cobró Almirón para ponerle el balón a la sien de Braian Samudio para el 0-1.
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Chile, sin Alexis Sánchez por lesión, no podía encontrar a los hombres gol: Eduardo Vargas y Ben Brereton. La Roja se estancó en las lagunas del partido sin encontrar la puerta. Ya en el segundo tiempo, el paraguayo González fue derribado en el área por Gary Medel. Penalti marcado, tiro cobrado por Almirón. Ventaja 0-2 que pinchaba a Chile.
Las cosas se pusieron peor para los chilenos cuando el pitbull de la defensa, Medel, tuvo que pedir su cambio. Arturo Vidal, que hacía de centrocampista defensivo, pidió con desesperación que les marcaran un penalti a favor. Y motivos no le faltaban: había visto que su rival, González, tenía levantado el brazo en un córner. El central Wilmar Roldán lo desestimó.
Chile se aferró a buscar el descuento en los últimos minutos. La creatividad de los delanteros estuvo seca. Los paraguayos se dispusieron a defender el marcador, pero el equipo empezó a perder hombres. Ángel Cardozo Lucena dejó el campo tras una molestia en el tobillo. En el tiempo agregado, la albirroja se quedó con 10 hombres luego de que Antonio Barreiro tuvo que ser sacado del campo en camilla. Su rodilla derecha no aguantó en un salto rutinario.
Ni hacer las paces le valieron a Chile para superar a Paraguay. Un día antes del partido, los futbolistas chilenos mostraron en sus redes sociales un abrazo simbólico entre Arturo Vidal y Claudio Bravo. Ambas figuras de la Roja tuvieron un duro encontronazo cuando la selección quedó eliminada en el camino al Mundial de Rusia. Una serie de mensajes lanzados entre los familiares de los dos futbolistas provocó el rompimiento. Vidal aseguró incluso que “amigos no vamos a ser nunca más”. Eso parecía quedar atrás según había mostrado una escena de reconciliación grabada para Instagram.
Las circunstancias no han sido positivas para Chile. El pasado fin de semana el equipo rompió la burbuja sanitaria en su hotel al contratar a un barbero. La prensa chilena aseguró que el asunto había escalado al punto de que el seleccionador, Martín Lasarte, había amagado con renunciar ante la desobediencia del equipo. Durante dos días el equipo no entrenó en campo. Pese a eso, los jugadores cerraron filas y sacaron un empate 1-1 contra Uruguay.
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